Traducción inversa

Un rostro contra el tiempo

La polémica familia McCann, cuya hija Madeleine desapareció hace dos años en circunstancias muy misteriosas, ha editado un nuevo cartel en que, junto al ya conocido rostro de su hija, han añadido otra imagen que nos presenta  a la niña tal como sería hoy si siguiera viva. "Si siguiera viva": da un poco de grima este inofensivo sintagma, porque de pronto hace emerger, en medio de una frase, lo terrible de un caso como este. Parece que el matrimonio ha encargado al Centro Nacional para Niños Explotados y Desaparecidos de EEUU una proyección de la imagen actualizada de la pequeña para difundirla en un programa de televisión. Y de ahí, supongo, a todo el mundo.

Es difícil abordar este asunto pasando por alto todos los interrogantes que lo rodean. Aunque en determinados momentos se llegó a pensar en la culpabilidad de los padres, la última hipótesis barajada (la del criminólogo Mark Williams-Thomas) asegura que Madeleine fue secuestrada por un pederasta cuando se dirigía al bar de tapas donde cenaban sus padres.

Vamos a suponer que fue así. La cuestión es cuánto tiempo se puede mantener la fe en volver a ver con vida a la pequeña desaparecida. No cuesta imaginar, dada la perseverancia de los padres, sucesivas proyecciones del rostro de su hija conforme vayan pasando los años. Esa carita infantil se irá convirtiendo en una muchacha que sólo tendrá vida infográfica, y así crecerá, alcanzará la pubertad y seguirá alimentando las esperanzas de todos los que han seguido esta historia con el alma en vilo o con el morbo en bandolera. Entonces será sólo un rostro virtual dibujado contra el perfil desgarrado del tiempo.

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