La trama mediática

Dejad en paz a Goirigolzarri

Qué mala es la envidia. Todo el mundo venga que dale con la propinilla que le va a quedar a Goirigolzarri por haber abandonado con dolor la silla del Consejo del BBVA desde la que hizo tanto bien a la humanidad. Sólo el director de ABC, Ángel Expósito, parece haberse dado cuenta de que el gesto heroico del banquero va a elevar las cotas de bienestar de este país. Y así lo ha hecho saber desde su videoblog: "Ya lo ha dicho. Él va a tributar por esa cantidad en función del IRPF como renta del trabajo. Por lo tanto, casi la mitad de lo que cobre lo va a pagar a Hacienda. Desde luego, mucho más que los futbolistas y que otros que, cobrando mucha más pasta, la tienen en sociedades o en paraísos. Este no va a ser el caso". ¿No se les humedecen los ojos de gratitud? Pues deberían.

Ya, claro. Me van a decir que el banco cada vez menos vasco tiene alguna que otra accioncilla en Vocento, actual editor del diario de tamaño folio. Pura coincidencia. Ya dice Martín Ferrand también en ABC -¡Uy, otra casualidad!- que aquí lo que hay es mucho descamisado vengativo: "Para lo que sirve el caso Goirigolzarri que, salvo trampa o cartón, pagará por el IRPF un 43 por ciento de los tres millones y pico de su anticipada pensión anual, es para reseñar la saña esencial del PSOE contra todo lo que no encaja en su obsesión igualitaria".

El ministerio de Igualdad, una chuminada

Curiosamente, David Torres, columnista de El Mundo, le da brea al Gobierno exactamente por lo contrario, por no haber propiciado la tal igualdad, incluso teniendo un ministerio monográfico para el asunto. Como verán, lo llamativo de la pieza no es la tesis que defiende, sino las arrobas de machirulismo que destila al hacerlo. Vean: "Quienes pensamos que el Ministerio de Igualdad se ha creado únicamente para atender chuminadas (en el sentido etimológico del término), hemos visto confirmados nuestros peores temores al comprobar la cuantía de la pensión que el BBVA va a brindar a José Ignacio Goirigolzarri". ¡Jo, qué chachi súper políticamente incorrecto! Y qué huevonada... en el sentido etimológico, ¡ojo!

Fin de fiesta en La Razón, que anda estos días sacándole brillo épico al general Moscardó, santo y seña del franquismo de pata negra. Hasta el templado por los años Ernesto Sáenz de Buruaga se sumó ayer a la causa con una columna cuyo título debió de acelerar más de un pulso: "El Alcázar no se rinde". ¡Toma ya! Diría él que así son las cosas y así se las hemos contado.

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