Le ha cogido gusto el clan cavernícola a la pantorrilla de Artur Mas. El Mundo, que se había quedado algo rezagado en el festín, recuperaba el tiempo perdido en primera página con este titular: "Independentistas y proetarras arropan a Mas en su primer acto oficial". Como ilustración, una senyera y una ikurriña en las gradas del Nou Camp; en el quinto pino, una cabeza rodeada por un círculo. Esa era toda la complicidad del president. Y había propina en un editorial titulado "Selecciones autonómicas, altavoz del separatismo" que se desmelenaba así: "El decorado de banderas independentistas y pancartas proetarras desplegadas incluso en las inmediaciones del palco demuestra que en este tipo de acontecimientos lo de menos es el espectáculo futbolístico". Esto con La Roja no pasa.

Hozando en el mismo barrillo, en el interior del papel pedrojotiano Salvador Sostres se metía en la piel de la zorra de la fábula y desdeñaba las uvas verdes de la Catalunya convergente: "Yo me salvé fichando por El Mundo y es gustoso poder ver desde la barrera el espectáculo de tantas hienas al acecho con la impagable tranquilidad de que nadie podría ofrecerme nada mejor de lo que tengo". Tararí. Como memez, no está mal, aunque es aun más atrabiliria -todavía quedan clases- la que se larga Alfonso Ussía en La Razón farfullando sobre la expresión "plenitud nacional", acuñada por Mas: "Ya están cambiando las pancartas para la próxima manifestación batasuna. 'Plenitudoa nazionarra'. No se dice así, pero sale cachondo". Sí, para morirse de risa.

Cierren la boca a Otegi

Por asociación de ideas, marchando una ronda sobre la entrevista a Arnaldo Otegi en el Wall Street Journal. ¿Cómo? ¿Que no le han sellado la boca? Intolerable, se mesa el bigotillo el editorialista de Libertad Digital: "Exigimos a Interior que aclare de una vez si ha dado o no orden a Instituciones Penitenciarias para impedir que Otegi conceda entrevistas desde prisión". Y con idéntico respeto por la libertad de expresión, La Razón añadía: "Al margen de la propaganda, lo realmente preocupante es que un recluso proetarra pueda conceder entrevistas alegremente".

Y como postre, la rueda de molino que nos quiere dar a comulgar la Iglesia estos días, dispensada en Cope en un editorial titulado "El matrimonio, antídoto frente a la violencia". Con media frase basta: "Ha sido el cristianismo quien ha educado y establecido la igual dignidad de hombre y mujer". Claro.