Juegos florales e intercambio de regalos de fin de año entre las células mediáticas del ultramonte, rivales en el quiosco pero también cuñas de la misma madera. Desde ABC, Ignacio Camacho blande su espada en defensa del fustigador de La Razón, Alfonso Ussía, presuntamente ofendido en un programa de televisión: "El disidente que cuestione la sagrada ley de la histrionada, el morbo y la trivialidad corre el riesgo de acabar en la picota del cotilleo o de resultar ejecutado sin contemplaciones en un expeditivo juicio de maniqueísmo ideológico". Qué mal les sienta la propia medicina.

En el periódico de la mancheta azul se acusa recibo del presente y se devuelve en forma de cumplido a Antonio Mingote, jefe de lápices arrojadizos del vetusto diario. Firma la lisonja, de militar a militar, el general Luis Alejandre: "Antonio Mingote, mi Coronel, no sólo representa décadas de presencia diaria, es portada frecuente y para mí es una especie de Disposición Transitoria décima de nuestra Constitución". Sí, la que contiene todo el Fuero de los Españoles del bajito de Ferrol.

Carlos Dávila se apunta al cambalache de cumplidos y glosa en La Gaceta las habilidades como grafólogo de César Vidal. Eso sí, arrimando el ascua a su sardina intereconómica y utilizando al elogiado como cachiporra para atizar al malvado Zapatero: "Su firma que, según apuntó un enorme experto en grafología, César Vidal, en Época, es la escritura de un acomplejado, con sentimiento de inferioridad, con dificultad para relacionar ideas, autoritario, materialista descarnado y obstinado en aferrarse al poder. Vamos, una joya". Ahora sólo falta que le lean el aura al leonés.

Anson contra Anson

Fuera de concurso, en El Mundo Luis María Anson se hace la contra a sí mismo. Tras décadas de despelleje a los siniestros nacionalistas centrífugos, lamenta ahora que el PP no haya sabido llevárselos al huerto: "Tras la derrota en las elecciones del año 2004, Mariano Rajoy debió articular un lobby que le gestionara el entendimiento con CiU, el PNV y Coalición Canaria, los tres partidos periféricos de centro derecha con los que formaría una mayoría natural". Naturalísima.

Tomamos la última uva en ABC, que anuncia en primera: "El Papa crea un banco central para combatir el dinero opaco". Dice el editorialista que es "otro paso adelante en su decidida apuesta por sanear el funcionamiento institucional de la Iglesia". Había algo que sanear, vaya.