La trama mediática

Murcia, suma y sigue

Si acercan la oreja a la indignación murciana, verán que suena como un par de manos frotándose. Todo es bueno para el convento cavernario, incluso una agresión brutal e injustificable. Punta de lanza de este teorema, La Razón se luce en primera "La Fiscalía de Murcia ignoró las amenazas a cargos del PP". Debajo anuncia cinco chapoteos opinativos en el rentable lodazal. Con extractar la de Alfonso Ussía basta y sobra para hacernos idea del conjunto: "El de Zapatero es un socialismo necio y antiguo, rabioso por el seguro desastre electoral que se le viene encima. Y la izquierda revanchista no acepta los resultados electorales si le son adversos. Zapatero es un Largo Caballero en tontorrón, una antigüedad ideológica".

No podía faltar en el festín Hermann Tertsch, el agredido ideológico que nunca lo fue. Su columna de ABC iba de otra cosa, pero la cabra ya saben que tira al ultramonte. "Están dispuestos a utilizar todos los medios del Gobierno y el Estado para acabar con el rival. El miedo callejero queda a iniciativa de sindicalistas y de esos jóvenes sabedores que todo vale contra los fascistas y que lo somos todos los demás", se rasgaba la bata de cuadros. Por enésima vez recordamos que lo suyo fue una bronca de bar.

Dávila: "Derecha acojonadita"

Académico de la lengua y, por lo visto, también juez vocacional, Luis María Anson dictaba sentencia en El Mundo: "La dialéctica de los puños y las pistolas pertenece a una época que se superó gracias al espíritu de la Transición. Zapatero parece empecinado en devolver la memoria histórica a tiempos caducados y malditos". Cuatro páginas pedrojotianas más allá, Salvador Sostres confirma la tesis de su colega de rijosidades: "No hay ni ha habido en España, desde la recuperación de la democracia, partido más chapucero, guerracivilista y prebélico que el socialista".

Lo tiene complicado Carlos Dávila para superar a sus antecesores, pero lo intenta en su post-it diario de La Gaceta: "Pero, vamos a ver: ¿a quién se le ocurrió revolver la mierda de la Guerra Civil? ¿A que no fue a la derecha española siempre tan pacata y remilgada? A la izquierda le vale todo; la derecha escondidita, acojonadita. Permiso para respirar".

En el mismo papel intereconómico, un tal Javier Quero le busca -pásmense- la gracia a tan funesto asunto: "Y si se prohíbe fumar para preservar su salud, es cuestión de tiempo que se prohíba ser de derechas por lo mismo". Mejor ponemos el punto final.

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