Rusia ha enviado dos serios mensajes a Israel en los últimos días acerca de un posible ataque contra las instalaciones nucleares iraníes, una posibilidad que cada vez se comenta más en los medios de comunicación hebreos e internacionales y que los líderes israelíes alimentan a diario con declaraciones unas veces ambiguas y otras veces incendiarias.

El diario Maariv dice que el último mensaje ruso lo envió el ministro de Exteriores Sergei Lavrov durante una conversación telefónica que mantuvo con su homólogo Avigdor Lieberman el lunes. Lavrov advirtió a Lieberman que un ataque israelí contra Irán traería el caos a toda la región.

Apenas unos días antes, el viceministro de Exteriores ruso Genadi Gotilov visitó Israel con una advertencia similar. "Cualquier ataque contra Irán tendrá unas consecuencias catastróficas para la región, así como para las relaciones internacionales. Espero que Israel lo comprenda", dijo entonces el viceministro ruso.

Las dos últimas advertencias de Moscú llegan de manera simultánea a las que ha hecho Washington recientemente, hasta que la semana pasada el primer ministro Netanyahu dio un puñetazo en la mesa y exigió a los americanos que cerraran el pico.

En Israel continúan los preparativos para el ataque sin que se sepa con certidumbre si es inminente o no. Los israelíes no detienen ni un momento sus actividades en ese sentido. Un día realizan un ejercicio militar simulando la caída de un cohete en el área de Tel Aviv, y al día siguiente reúnen a los diplomáticos extranjeros para pedirles que se compren máscaras para la eventualidad de que sean necesarias.