Cartas de los lectores

3 de agosto

Rajoy, ponte el cinturón
La verdad es que el vídeo de Rajoy autopromocionándose desde un automóvil en marcha, sin llevar cinturón de seguridad, pone al desnudo que ni él ni sus pésimos asesores están para echar cohetes (conducta incívica aún usada y hasta subvencionada). Pero al menos, al pedir disculpas por ello, Rajoy supera por goleada a un Aznar, quien reincidía impenitente en conductas mucho más peligrosas para todos y que incluso tenía la inmensa irresponsabilidad de proclamar en público que nadie podía decirle a él cuánto alcohol podía beber antes de conducir.
José María Grandas Menéndez / Madrid

Toros, leones y gladiadores
La similitud de una plaza de toros y un anfiteatro romano es obvia, arquitectónica, por su forma redonda y funcional, porque los dos emplazamientos ofrecían y ofrecen una diversión al pueblo. Y la crueldad de esa diversión sigue en la semblanza de esas dos construcciones.
Durante más de 500 años se celebraron espectáculos sangrientos en los anfiteatros. Han pasado 20 siglos y todavía hoy hay personas que se satisfacen viendo cómo un ser vivo sufre desangrándose por las heridas que le causa un caballero vestido de luces, queriendo demostrar el gran hombre valiente que es.
Me pregunto si estas personas que gritan y viven esa tortura sangrienta como una diversión aplaudida y ovacionada tienen en sus casas perros, gatos o animales que cuidan y que quieren. Porque, si es así, no entiendo cómo pueden querer a unos y desear que otros, por haber nacido grandes y bravos, sucumban ante ellos hasta la muerte.
Candelaria Espuny Gaseni  / L’Ametlla de Mar (tarragona)
La legalidad de la prohibición
El Parlament, en ejercicio de la representatividad que le otorga el ordenamiento jurídico, admitió a trámite una iniciativa legislativa popular para ser votada por los diputados autonómicos y, como resultado de esta, el Parlament ha aprobado la supresión de las corridas de toros en el ámbito territorial de su competencia. La Generalitat de Catalunya, en ejercicio de su legitimidad, decidió no someter esta cuestión –después de tramitarla con total legalidad– a referéndum. Ambas instituciones han actuado conforme al Derecho y, sin embargo, los más destacados miembros de la caverna del PP han montado en cólera, profiriendo la consabida retahíla de improperios y desmesuras que les caracteriza. Haciendo suya una iniciativa que creen compartir con todos ellos, proponen ahora declarar las corridas de toros Bien de Interés Cultural y que la Unesco las declare Patrimonio Cultural de la Humanidad. ¿Será España el primer país del mundo donde el maltrato animal innecesario, hecho espectáculo público, se eleve a categoría de cultura? Esa sí que sería, para muchos ciudadanos (a los que no conoce Francisco Camps), una buena razón para romper sentimentalmente con España.
Francí Xavier Muñoz Sánchez / Madrid
Los españoles sí están estresados

No estaría de más que algún servidor público se dedicase con el mismo ahínco que con los bancos a hacerles pruebas de estrés a los ciudadanos, para ver cómo de preparados están ante el caso de la tormenta económica que podría desencadenarse en no mucho tiempo.
Me refiero a que nadie le pone el termómetro a la sociedad para comprobar si muchas familias están a punto de romperse por las deudas o si muchas personas están sufriendo no ya la ruina, sino la miseria. Sería útil ver en ese test de estrés cuánto más podrá aguantar la sociedad sin colapsarse y sin que algún barrio comience a entrar en llamas, al estilo francés, para ser sofocado por las fuerzas antidisturbios. Este brindis al sol de decir que nuestros bancos son solventes, ¿cómo casa con que hace unos meses pedían miles de millones de euros al Estado llorando cual damiselas? Aquí hay algo que no cuadra...
Emilio Iglesias Delgado / Sevilla
Nunca es demasiado tarde para recordar
Los españoles hemos llegado tarde a la memoria histórica. Lo que debió hacer la generación que vivió la guerra, recordar y llorar sin tapujos, lo estamos teniendo que hacer sus nietos, muchas veces sin éxito.
Pero no llorar tiene sus ventajas. Si una mira con distancia la historia y si consigue no perder de vista el presente, a veces sucede que se da cuenta de que comprender a fondo el pasado es una buena manera de comprender también el presente, en el que si queremos sí podemos intervenir. Y aquí llegamos también a comprender por qué Garzón ha sido apartado de la memoria histórica: porque quizás él, como otros, con rigor y objetividad, ha intentado activar el pasado y ponerlo al servicio del presente, no sólo del presente español, sino de todos los presentes.
María Ángeles Pérez Cruz / Benalúa (Granada)

El erial ideológico de cierta clase política
"Los poderes públicos no estamos para dar ejemplo, por bueno que este sea", ha manifestado Esperanza Aguirre, recordándonos una vez más lo que ya es una tediosa certeza, y es que la lideresa vive de espaldas a la democracia. Por ese erial ideológico en el que acampa su pensamiento, ni siquiera a hurtadillas se ha podido colar una reflexión democrática acerca de los poderes públicos.
En democracia, los poderes públicos emanados de la voluntad popular han de fijar los preceptos, normas y ejemplos a seguir que precisamente el pueblo soberano ha elegido y ha puesto a recaudo de sus representantes políticos.
Esperanza Aguirre considera que lo ocurrido con los toros en Catalunya es prohibicionismo propio de un régimen autoritario. Y se queda tan ancha. Prohibicionismo es lo que hace ella al impedir que en la televisión pública de todos los madrileños exista siquiera una réplica a la tendenciosa información que traslada al público a través de sus lacerantes servicios informativos.
Mario López Sellés / Madrid

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