La trama mediática

Indigestión de croquetas rancias

10-02.jpgCon altivez y superioridad, la casta opinativa ha puesto cara de institutriz avinagrada para reprender el infantilismo de una sociedad que, al borde del apocalipsis económico, se entretiene en menudencias de pobres de espíritu como hacer corrillo para chismorrear si es machista o no la referencia a unas croquetas en un anuncio. Lo pistonudo es que quienes decían sentirse tan ofendidos por la ordinariez no han evitado cascarse su columnita reglamentaria sobre la cuestión. Eso incluye a la Santa Madre Iglesia, que por vía de su embajadora radiofónica, la cadena Cope, ha vuelto a jugar a lo de que su mano derecha no sepa lo que hace la izquierda (la mano, digo): "Que con la que está cayendo, y la cantidad de asuntos graves que afectan en la actualidad a la vida de los ciudadanos españoles, una comparecencia en el Senado gire en torno a semejante esperpento, da la medida, desgraciadamente, del Ministerio de Igualdad y del Gobierno que lo mantiene". Y hacer un editorial sobre ello, ¿no es esperpento?

Y no te digo ya qué es aprovechar el río revuelto por la retirada del spot para largarse una de cotilleo con peste a homofobia, como hicieron en la tertulia nocturna de la emisora episcopal el lunes. Les cuento. Después de varias bromas chuscas, el conductor de la cosa, César Vidal, preguntó a su compadre Francisco Marhuenda: "¿Usted lo que quiere decir es que si [en el anuncio] de pronto aparece un señor con un peinado como el de la ministra Cabrera, y el otro dice ‘¡cómo hace las croquetas mi Pedrito!’, entonces usted cree que no hubiera pasado nada?". El director de La Razón contestó, muerto de la risa: "Zerolo, y un juez grande, por ejemplo".

En el periódico del chistoso, Cristina López Schlichting, vestida de rancio y oro, escribió ayer lo que en su titular se presentaba como "Oda a la croqueta", aunque más bien era una elegía por el difunto modelo de familia con la mujer atada a la pata de la mesa. "Se ha consolidado la convicción de que el trabajo doméstico es un trabajo de segunda. Ya no hay gente que ame a través de las sartenes y los pucheros sin esperar nada a cambio, como mi madre", lamentaba la nostálgica poetisa.

Puri triunfa en ‘ABC’

Para ser un asunto menor, ya han dado juego las croquetas de Puri, ¿eh? Pues aguarden, que aún hay más. ABC amaneció ayer con nada menos que tres reflexiones –¡ja!– sobre los dichosos entremeses. Antonio Burgos, siempre tan fino, decía que "esta chuminada es lo que más preocupa en estos momentos de crisis mundial tanto al PP como al PSOE". Por lo visto, también a él, porque le sirvió para rellenar la columna, igual que a Ignacio Camacho y Edurne Uriarte, que tras quejarse de la trivialidad de la polémica, abundaron en ella a modo. La profesora, hábil recolectora de rábanos por las hojas, decía: "He aquí a las croquetas demostrando que el sinsentido común existe. Y consiste, por ejemplo, en que el ministerio de Igualdad prefiera ocuparse de ellas en lugar de los miles de ciudadanos que se manifiestan en Barcelona contra la discriminación del español en Cataluña".

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