Balagán

Irán y el Mosad

Tal como están las cosas, hasta resulta sorprendente que esta misma semana el jefe del Mosad, Tamir Pardo, haya dicho que un Irán nuclear no representaría una "amenaza existencial" para Israel. Esto último lo sostienen prácticamente todos los líderes israelíes, empezando por el primer ministro Netanyahu y el ministro de Defensa Barak, que en este asunto a menudo se comportan como matones.

En una alocución que Pardo dio a un centenar de diplomáticos isralíes el martes, según Haaretz, el jefe del Mosad sorprendió a su auditorio con las siguientes palabras: "¿Representa Irán una amenaza para Israel? Por supuesto. Pero si alguien dice que una bomba nuclear en manos iraníes sería una amenaza existencial, esto significaría que deberíamos cerrar el chiringuito y marcharnos a casa. Y esta no es la situación. El término 'amenaza existencial' se está usando con demasiada libertad".

Las palabras de Pardo, por sorprendentes que puedan parecer, están en la misma línea que las que pronunció hace unos meses su predecesor en el cargo, Meir Dagan, quien incluso calificó de estúpida la idea de bombardear Irán.

Irán es un país que nunca ha agredido a nadie, algo que no pueden decir todos los países de la región, y mucho menos Israel. En cambio, a Irán le ha agredido de una manera brutal Occidente a través de Irak y por medio de unas sanciones de gran envergadura que castigan al pueblo iraní de una manera terrible.

Ciertamente, Irán no es el paradigma de una democracia de corte occidental, y no se le debe tratar como tal, pero de ahí a fustigar a ese país sin piedad, como se está haciendo, hay un buen trecho.

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