Balagán

Diplomáticos

Edward Djerejian es un diplomático de Estados Unidos que fue embajador en Siria y luego en Israel. Lo destinaron a Israel en 1993 y llegó con la esperanza de llevar adelante el proceso de paz prometido por la Conferencia de Madrid de 1991. Djerejian, sin embargo, enseguida se dio cuenta de que Israel no tenía la menor intención de negociar la paz y a los pocos meses pidió el relevo y se marchó. El tiempo, casi veinte años, le ha dado la razón.

La actitud de Djerejian fue valiente. La mayoría de los diplomáticos occidentales que hay en Tel Aviv también suelen darse cuenta de lo que pasa enseguida, hasta un ciego lo ve, pero cumplen con su trabajo durante los años que les toca estar en Tel Aviv y luego se marchan al siguiente destino como si tal cosa.

Tom Philips fue embajador del Reino Unido en Tel Aviv, y ahora, a toro pasado, se ha atrevido a decir lo que piensa del conflicto entre Israel y los palestinos, y lo que dice no es disparatado.

Philips cree que la UE debería retirar la ayuda financiera a los palestinos puesto que así haría recaer la presión sobre Israel, que es la responsable de lo que ocurre en los territorios ocupados. Israel, y no la UE, debería gastarse su dinero en los territorios ocupados y esto obligaría al Estado judío a considerar la posibilidad de retirarse de Cisjordania. Mientras la UE pague, Israel vive feliz sin ningún coste adicional, y los europeos mantienen una sociedad ficticia, la palestina.

Philips cree que los americanos nunca presionarán a Israel para conseguir la paz, y que, además, el gobierno israelí no podría meter en cintura a los colonos judíos que hay en Cisjordania aunque lo quisisera. También cree que la UE debería utilizar los medios de presión de que dispone para forzar a las partes a negociar la paz.

Así mismo, Philips reconoce que Estados Unidos ha tomado el partido de Israel de una manera tan clara que le impide ser un mediador honrado en el conflicto.

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