Balagán

El tercer templo

Medio centenar de judíos radicales, incluidos colonos de Cisjordania y varios rabino provistos de vestiduras especiales para el templo, penetraron ayer en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén para rezar y cantar salmos en una nueva acción de este tipo que en los últimos meses se están prodigando con más frecuencia de la habitual con el consentimiento del gobierno israelí.

En la Explanada de las Mezquitas estuvo ubicado el Templo judío hasta su segunda destrucción por los romanos en el primer siglo de la era cristiana. Grupos cada vez más numerosos de judíos radicales quieren destruir los dos santuarios musulmanes que hay en el lugar desde la llegada del islam en el siglo VII, la mezquita Al Aqsa y el Domo de la Roca, para establecer en su lugar el tercer templo.

Es muy probable que este tipo de provocaciones consentidas por el primer ministro Binyamin Netanyahu acabe cualquier día en una tragedia, pero las provocaciones forman parte de un plan general para el expolio y el hostigamiento permanente de la población palestina, especialmente la de Jerusalén, un plan sobre el que la comunidad internacional prefiere guardar silencio, como en tantas cosas relacionadas con Israel.

El grupo de judíos entró en la Explanada a través de la puerta Al Mugariba, que está justo al lado del muro de las Lamentaciones, y que habitualmente utilizan los turistas extranjeros para visitar la Explanada. El grupo permaneció en el interior hasta las 11 de la mañana, que es la hora en que terminan las visitas de los turistas, y solo entonces fueron desalojados por la policía.

Esto ocurrió ayer. El día anterior, miércoles, entraron en la Explanada decenas de colonos escoltados por unos quinientos miembros de las fuerzas de seguridad israelíes, también a través de la puerta Al Mugariba. La policía practicó un número indeterminado de detenciones entre grupos de palestinos que acudieron a protestar.

El mismo miércoles la Autoridad Nacional Palestina hizo un llamamiento al mundo árabe y al mundo islámico para que intervengan de alguna manera con el fin de detener la "agresión" permanente de Israel a los lugares santos musulmanes, y especialmente a la Explanada de las Mezquitas.

También el mismo miércoles, las autoridades israelíes que ocupan la zona impidieron el acceso a la mezquita Al Aqsa al mufti de Jerusalén, Mohammed Hussein, que es la máxima autoridad musulmana en la ciudad.

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