Ahora que la guerra civil que asola Siria desde 2011 ha puesto a las minorías contra las cuerdas acaba de aparecer un libro académico muy oportuno y de notable interés histórico justamente sobre las minorías religiosas en Siria: Comunidades no musulmanas en un entorno musulmán. La pervivencia del modelo otomano en la actual Siria.

La materia sirvió a su autora, Alejandra Álvarez, para realizar su tesis doctoral en la Universidad de Barcelona, bajo la dirección del profesor Pere Vilanova, y el libro está fechado en 2011, justo cuando se desató la guerra civil. En estos dos años de confusión y caos la situación de la población siria se ha deteriorado enormemente y por supuesto también se ha deteriorado, de una manera especial, la situación de las minorías.

Siria es un país árabe de mayoría sunní, pero con una fuerte presencia de minorías. Alejandra Álvarez nos informa de que las cifras que circulan habitualmente acerca de las poblaciones minoritarias se han de tomar con mucha cautela puesto que el régimen baazista que ha gobernado el país desde los años sesenta nunca ha facilitado datos oficiales al respecto, y no lo ha hecho deliberadamente.

Hace algunas semanas mencionábamos unas declaraciones del patriarca maronita de Líbano, quien criticaba el uso del término "primaveras árabes" que tan alegremente se ha dado a lo que está sucediendo en la región. Él decía que prefería llamarlos "inviernos árabes", una calificación que parece bastante más acertada.

El patriarca Al Rai ponía como ejemplo la situación de las minorías en Irak, y concretamente de la minoría cristiana, observando que bajo la dictadura de Saddam Hussein había en ese país un millón y medio de cristianos y una década después solo queda la tercera parte. No se ha de ser un lince para adivniar que muy probablemente va a ocurrir, ya está ocurriendo, algo parecido en Siria.

En el libro de Alejandra Álvarez realiza un estudio en profundidad acerca de cuál ha sido la fortuna legal de las minorías religiosas en Siria desde la época otomana, que comienza en el siglo XVI, hasta el inicio de la reciente guerra civil, concluyendo que el modelo otomano ha sobrevivido hasta nuestros días sin haber sufrido cambios significativos ni durante el Mandato francés ni después de la independencia, tras la Segunda Guerra Mundial.