Balagán

Al Aqsa

Los incidentes en la Explanada de las mezquitas de Jerusalén se producen continuamente y la presión del gobierno israelí y de los colonos judíos sobre los musulmanes va en aumento día a día.

Ayer mismo unos 400 policías irrumpieron en la Explanada donde se encuentran la mezquita Al Aqsa y el Domo de la Roca acompañados por civiles israelíes, algo que los musulmanes no toleran, de manera que no pueden extrañar los choques que se saldaron con algunas detenciones y con musulmanes y policías lesionados.

Israel dice que se siente obligada a permitir la entrada de "turistas extranjeros" en la Explanada, a donde se puede acceder desde la puerta de los Magrebíes.

El problema está en que junto con los "turistas extranjeros" entran numerosos judíos, muchos de ellos extremistas, que se congregan en la Explanada para rezar y salmodiar.

Los palestinos ponen en duda las intenciones de esos grupos así como las del gobierno israelí, y no les falta razón.

Por ejemplo, ayer entre los judíos que penetraron en la Explanada se encontraba el colono y diputado del Likud Moshe Feiglin, un asiduo de las provocaciones, quien se lamentó de que la policía solamente le permitiera estar en el lugar "tres minutos", y advirtió que no va a tolerar más limitaciones temporales.

Feiglin y otros dirigentes israelíes se han expresado a menudo a favor de que Israel ejerza un control absoluto sobre la Explanada que permita a los judíos rezar, e incluso construir el tercer Templo.

Los palestinos temen que Israel esté avanzando en esa dirección, ya que las provocaciones se han incrementado significativamente en los últimos meses y en cualquier momento puede suceder algo que permita a Israel justificar la ocupación de la Explanada.

El jueves Jordania pidió a Israel que no emprenda acciones unilaterales, pero su advertencia con toda seguridad caerá en saco roto. Otros países importantes de la región, como Arabia Saudí y Egipto, guardan un silencio completo o hacen comentarios insulsos, puesto que en la actual coyuntura regional les interesa estar del lado de Israel.

Y esta circunstancia la aprovecha Israel para seguir avanzando sus intereses en la Explanada y en el resto de los territorios ocupados.

Por supuesto, con el cinismo característico de Europa y Estados Unidos los palestinos solo pueden contar para mantener con vida una situación artificial en los territorios ocupados que más pronto que tarde acabará por estallar.

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