Bulocracia

Tommaso Debenedetti, el periodista que inventa entrevistas y 'mata' en nombre de otros

Igual que en España tenemos a personajes como Alvise Pérez, que lanza bulos al mundo de manera habitual y sin complejo alguno, y por ello ha pasado muchas veces por Bulocracia; en Italia tienen también a su hombre de los bulos y se llama Tommaso Debenedetti.

Es más internacional Debenedetti y toca más palos. Se trata de un maestro de escuela en Roma y periodista, pero sin ética profesional alguna, que lleva años dedicándose a difundir entrevistas falsas a personajes mundialmente conocidos, como el Dalái Lama, Gorbachov, Saramago, Vargas Llosa o el Papa Benedicto XVI, y que también 'ha matado' a políticos como José Luis Rodríguez Zapatero o Elena Salgado, dos de sus últimas 'víctimas'.

Debenedetti, de 54 años, se ha inventado docenas de entrevistas que se han publicado durante décadas en periódicos regionales italianos, y ya cuando descubrió las redes sociales alcanzó su cenit. Hace doce años, en 2011, este mentiroso italiano comenzó a crear en Twitter cuentas falsas de personas famosas y desde entonces no ha dejado de hacerlo.

En 2012 le dijo a El Mundo que empezó a difundir patrañas en el año 2000. 'Le hizo' una entrevista imaginada al escritor estadounidense Gore Vidal para el periódico napolitano Il Mattino que afortunadamente no llegó a publicarse. Pero Debenedetti ya la tenía preparada tras habérsela inventado porque le "agobiaban las presiones", o al menos así justificaba hace once años sus inventos, cuando todavía no había inundado el planeta de falacias que siempre implican a otros.

Debenedetti comenzó a lanzar noticias falsas un año después de llenar la red del pajarito de cuentas ilegítimas, sobre todo entrevistas a grandes personalidades, a las que acabó 'entrevistando' como el que hace churros. Günter Grass, John Le Carré, Ken Follet, Paulo Coelho, Laura Pérez Esquivel, Toni Morrison, John Grisham, Derek Walcott, Herta Müller, Nadine Gordimer, Scott Turow... La lista de entrevistas falsas publicadas en periódicos regionales italianos es muy extensa.

Pero había que ir más lejos y en 2012 a Debenedetti se le ocurrió 'matar' por primera vez, y el elegido fue el presidente sirio Bashar al-Ássad. Con ello, así a lo tonto, este farsante provocó el aumento del precio del petróleo en todo el mundo.

Dada la notoriedad de los personajes que protagonizan sus bulos, lo que se inventa este hombre suele tener repercusiones muy notables. Además, no duda en 'matar' en nombre de otros, ya que suplanta a quien le parece, aunque no siempre que suplanta acaba con alguien. A veces le basta con usar al personaje para recrear sus epopeyas.

Se hizo pasar, por ejemplo, por José Ramón Gómez Besteiro, delegado del Gobierno en Galicia. Algunos medios cayeron en el engaño y la noticia fue incluso retuiteada por un ministro. En junio de 2020, Benedetti publicó un tuit falso sobre la muerte del novelista Milan Kundera, pero haciéndose pasar por Petr Drulák, exembajador de la República Checa en Francia, una información fruto de su mente que recogió el periódico polaco Gazeta Wyborcza.

En marzo de 2022 'asesinó' al escritor británico de origen japonés Kazuo Ishiguro valiéndose de la editorial londinense Faber &Faber, a la que suplantó vilmente, y su fake news fue recogida por numerosos medios. Debenedetti utiliza a quien sea, pero busca siempre a personas mundialmente conocidas para que sus invenciones lleguen a cuanta más gente, mejor; en cualquier país del mundo y en el idioma que haga falta.

Por eso se atrevió también con el Papa Benedicto XVI, al que, como al resto, 'liquidó' en su red social favorita, Twitter, en esta ocasión haciéndose pasar por Georg Bätzing, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana.

A Javier Marías, Alain Touraine y Francis Fukuyama los fulminó en menos de una semana, a los tres, en uno de sus lamentables y letales frenesís. Y es que a Tommaso Debenedetti se ve que le gusta lo que hace, por eso sigue a lo suyo, y es evidente que algo le reportará, además de desprestigio.

La penúltima del farsante italiano igualmente la ha ambientado en España, hace menos de dos meses, recreando la muerte -en castellano y gallego- de Elena Salgado, exvicepresidenta y exministra de Economía y Hacienda del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, al que también ha mandado al otro barrio.

Se supone que este personaje transalpino es periodista y maestro, pero no ejerce ni de una cosa ni de la otra, ya que desinforma y no es capaz de enseñarnos nada aprovechable. De hecho, su mediocridad le ha llevado a justificarse afirmando que solo pretende "demostrar que es muy fácil engañar a la prensa en la era de las redes sociales".

Lo que no aclara es cuántas veces más va a intentar 'demostrarlo', pero seguro que muchas más porque acumula años de experiencia y, sobre todo, no podemos esperar otra cosa de alguien al que le gusta autoproclamarse como "el campeón italiano de la mentira".

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