Cartas de los lectores

12 de septiembre

Los franceses reivindican sus derechos
Ante las medidas adoptadas por el Gobierno para salir de la crisis, lo peor es que la mayor parte de la sociedad piense que no hay alternativa. La mayoría del Parlamento está de acuerdo en lo fundamental: en la necesidad de recortar el gasto y aprovechar la ocasión para tomar medidas –pedidas hace tiempo por las cúpulas empresariales– como la reforma laboral. Ni en el Parlamento, ni en los medios de comunicación parece que haya alternativas a estas medidas.
En tiempos de crisis es más importante que nunca mantener el Estado del bienestar. Y, por eso, esta semana, los trabajadores franceses han demostrado que ellos también creen que las medidas que imponen recortes no son las únicas posibles. El 29 de septiembre veremos si los españoles son capaces también de salir a la calle para decir que no se conforman con que la crisis la paguen sólo los más débiles, como viene sucediendo hasta ahora.
Jaume Rovira / Barcelona

El ministro no es la causa: hay que cambiar el sistema
¿El ministro de Trabajo dimite porque no sabe, no quiere o no puede afrontar la principal causa de que España sea uno de los países de la Unión Europea con mayor tasa de paro? Nadie lo sabe.
Lo que está claro es que hay un pacto de silencio entre los principales partidos para que no se aborden los tres parámetros que determinan el paro y el endeudamiento público, como son la economía sumergida, el fraude fiscal y el excesivo número de ayuntamientos (lo cual facilita su endeudamiento y, con el mismo, la corrupción urbanística y la privatización de servicios públicos).
En España hay más del 20% de paro porque hay empresarios que contratan en sus empresas a gente que no cotiza a la Seguridad Social, cobrando en lo que llamamos dinero negro; no se genera riqueza porque se cargan los impuestos sobre los capitales productivos –autónomos y los que fundan empresas que crean empleo estable–, mientras los capitales muertos –los que se enriquecen sin trabajar, alquilando y revendiendo viviendas, almacenes y bajos comerciales–, pagan muy pocos impuestos.
Por ello, la solución al problema no estriba en cambiar al ministro de Trabajo, sino en cambiar el sistema, que ya no funciona.
José María Álvarez Álvarez / Trubia (Asturias)

Las primarias del PSM, todo un ejemplo de democracia
En relación a las primarias que para la candidatura a la Presidencia de la Comunidad de Madrid tiene planteadas el Partido Ssocialista de Madrid, es de destacar que pese al desgaste interno que dicho proceso pudiera provocar, constituye un ejemplo de lo que el propio presidente del Gobierno expuso: "Ante la duda, democracia". Y, evidentemente, las dudas han de resolverlas las bases. En otros partidos, las dudas las resuelve el dedo del dirigente que las tiene: lo que en tiempos de la dictadura llegaron a denominar como "democracia orgánica".

Dicho esto, y reconociendo que Trinidad Jiménez ha realizado una aceptable labor en el Ministerio de Sanidad, creo que resulta más lógico que el candidato a elegir sea Tomás Gómez. Por dos razones: la primera, es que ha sido él quien ha ejercido la oposición a la lideresa, Esperanza Aguirre, durante los últimos años y, por tanto, conoce más de cerca los problemas de la Comunidad de Madrid y sus posibles soluciones; y la segunda es que en su trayectoria política no ha sufrido ninguna derrota electoral. Su competidora, en cambio, perdió unas elecciones a la Alcaldía de Madrid tras ser elegida como candidata en base (se supone) a unas encuestas; exactamente igual que ahora.
EMILIO TESTA / ALCORCÓN (MADRID)

Los medios de comunicación y la necesidad de un cambio
Los medios de comunicación cumplen una función muy noble ante una sociedad libre: informar con veracidad y de forma completa de todo lo que acontece en el mundo.
Además, la consigna principal de los periodistas de campo es sacar a los políticos la noticia más impactante y sobre todo en primicia exclusiva (ya se sabe que en los tiempos que corren lo más importante de todo es la inmediatez, a veces por encima de la exactitud).
Hoy en día, la globalización proporciona tanta información instantánea que las opiniones o los análisis que manejan los periodistas y tertulianos, quitando los más sagaces especialistas, no suponen ninguna exclusividad y mucho menos novedad informativa. De aquí ese ansia en interrogar al político para que cuente algo que está escuchando todo el mundo.
Es comprensible que el periodismo actual no le agrade estas consideraciones, pero quizás deba de reconvertirse, como si de una burbuja inmobiliaria se tratara.
Pedro Taracena Gil / Madrid

La necesidad de reflotar el sector del turismo
Cuando un país esta en recesión, tiene dos caminos para salir de ella: incrementar el consumo interno –cosa difícil en España debido al aumento del paro, a la congelación de las pensiones y salarios y a la subida del IVA– o vender más en el sector exterior.
Por desgracia, nuestras empresas punteras son banca, telefonía, petróleo y energías renovables. Estas empresas siguen abriendo mercados, pero la repercusión en España sólo la notaremos vía impuesto de sociedades cuando tengan beneficios. Como no destacamos en automóvil, electrónica, alta tecnología o armamento –que tienen un gran valor añadido–, sólo nos queda calzado y textil de calidad, junto a los tradicionales productos de nuestra agricultura.
Sin embargo, el Gobierno debería considerar comprar a la banca el stock de pisos que tiene por el 80% de su valor, rebajarlos en otro 20% y ponerlos a la venta en todas las grandes ciudades europeas. Ahora que el resto de países europeos están saliendo de la crisis, a cientos de miles de jubilados les interesaría comprar un piso en España por el 60% de su valor. De esa manera, el sector del turismo saldría reforzado y, con él, la tasa de empleo.
Pedro Morante Gutiérrez /Elche (Alicante)

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