Cartas de los lectores

18 de abril

Gallardón y la dignidad del mendigo
El alcalde de Madrid no quiere ver mendigos durmiendo en la calle de su apolínea capital. Afirma que es una cuestión de dignidad. Otra cosa bien distinta es preguntarse qué es lo que le ha llevado a esa persona a la calle. La política económica que defiende el regidor conlleva un alto riesgo de pérdida de empleo, y este puede ser la primera morada del vagabundo. Si el ilustre regidor quiere combatir la mendicidad, lo que tendrá que hacer es cambiar radicalmente el modelo económico. Pero es que el alcalde de Madrid lo que quiere combatir es al mendigo. Es más fácil, sin duda. Hoy en día son muchísimos los parados que trabajan en negro, que viven bajo la tutela de algún familiar. Pero el día en el que realmente haya cuatro millones de parados sin nada que llevarse a la boca, sucederá una de estas tres cosas: o pasan a engrosar el estamento del mendigo, o se dan a la delincuencia, o montan una revolución a la antigua usanza.
Mario López Sellés / Madrid

La deplorable oposición
del Partido Popular
Leo con estupor que el PP acusa al Tribunal Constitucional de garantizar los derechos de los etarras. Yo creía que el Constitucional servía para garantizar los derechos de todos los ciudadanos de este país, incluídos ladrones de guante blanco y etarras.
Ya puestos, yo quisiera pedirle al Constitucional que garantice los derechos de las víctimas del terrorismo y que por tanto inste al PP a dejar de utilizar a esas personas con fines partidistas para que puedan completar sus procesos de duelo y encontrar esa paz interior que tanto necesitan. Es muy lamentable que quienes aspiran a gobernar España tengan un comportamiento tan poco ético que roza la ignominia.
Ángel Conesa Grosso
Altafulla (Tarragona)

Los problemas de los jóvenes afectan a toda la sociedad
Hace unos días se llevó a cabo una protesta de estudiantes que denunciaron la complicada realidad que atraviesan. El pesimismo se ha expandido entre la juventud, pero es lógico con un 43% de paro entre los jóvenes. Con este panorama, es más que justificable la decisión que adoptan muchos universitarios de cruzar la frontera hacia países
donde sí reciben las oportunidades que merecen, como es el caso de Alemania.
El Gobierno debe darse cuenta de la gravedad de este hecho y ha de adoptar medidas al respecto, ya que los estudiantes son y serán uno de los pilares mas importantes de la
sociedad.
Eugenio Soler Navarrete
Valencia

El Gobierno legítimo
es la República

El pasado 14 de abril se cumplieron 80 años de la proclamación de la Segunda República, y eso nos tiene que hacer reflexionar sobre la situación política actual. Muchos dirán: ¿pero tenemos que preocuparnos por si somos monarquía o república en plena crisis económica?
Pues yo creo que sí. En España llevamos ya más de 30 años de monarquía parlamentaria y prácticamente no nos hemos parado a pensar por qué está Juan Carlos de Borbón en el trono. La respuesta es muy simple: porque lo puso Franco y después, el Gobierno legítimo –que era la República– se dejó a un lado sin dar siquiera una oportunidad al pueblo de elegir lo que quería. A mi parecer el Gobierno legítimo sigue siendo la República.
Aiala Leoz Tiscar
Pamplona (Navarra)

Un a situación paradójica
e indecente
Ni soy abogado ni entiendo de leyes, solamente soy un ciudadano que asiste atónito a una injusticia histórica. El caso Gürtel, por sus dimensiones, es uno de los casos de corrupción mas graves de toda la historia de España.
La acusación particular, concepto que entiendo debería preservar los intereses generales y ahondar hasta el final en los presuntos delitos, se dedica a boicotear, dilatar y torpedear al máximo el proceso, hasta el punto de haber sentado en el banquillo, en primer lugar, a Baltasar Garzón, el juez instructor de la causa.
Como ciudadano, esta situación me parece paradójica, pero como contribuyente me parece indecente.
Carlos de Erausquin
Madrid

No queda tiempo para cumplir los Objetivos del Milenio
En septiembre del año 2000 se firmó la Declaración del Milenio en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, donde ciertos países, entre ellos España, se comprometían a cumplir ocho objetivos: erradicar la pobreza extrema y el hambre, conseguir la educación universal, la igualdad entre los géneros, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, combatir el sida, mantener y cuidar el medio ambiente y fomentar una asociación mundial.
Estos objetivos se crearon con la razonable creencia de que en el año 2015 estarían cumplidos, pero no parece que estos propósitos vayan a estar cumplidos para entonces.
Por lo pronto, uno de los objetivos no progresa en España: destinar el 0,7 % del PIB a los países subdesarrollados. En términos internacionales, esta cantidad es una minucia.
Es posible que mucha gente piense que también podamos necesitar el dinero, pero mientras nosotros nos quejamos y decimos "crisis" y "paro" ellos sufren y gritan "muerte" y "miseria".
Por lo que, antes de nada, cabe reflexionar y apoyar estos Objetivos de Desarrollo del Milenio, no por nuestro bien, sino por el futuro de los pueblos necesitados.
Elías Serrano Cerezo
Valencia

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