Cartas de los lectores

16 de junio

Volvemos al pasado
Estoy sorprendido y algo asustado tras conocer que el PP ha pactado con un movimiento falangista en Santoña para gobernar dicho Ayuntamiento. Se rasgan las vestiduras con Bildu y resulta que ellos pactan con la extrema derecha.
¿Hacia dónde nos lleva el PP? Por lo que está pasando, hacia una política de derechas de tintes radicales. Ya hace unos meses oíamos a algún dirigente del PP decir que teníamos que llegar a un Gobierno monopartidista, que gobernase España con medidas más propias de tiempos pasados. Rajoy ya nos adelantó que tendremos lo que podamos de bienestar social. Ahora, después de ganar las elecciones municipales y autonómicas y tras asegurar que tenía la receta para acabar con el paro, se echa para atrás y dice que todo está muy difícil. ¿Cuánta gente se habrá dejado engañar por el PP?
Nos vamos a enterar, volvemos al pasado.
Abel González / Madrid

La tensión en la protesta
de los indignados en Barcelona
Que Catalunya es diferente, ya lo sabíamos, pero no por ello deja de sorprenderme cómo hacen frente sus nuevos dirigentes a determinadas situaciones.
Matar moscas a cañonazos nunca ha sido la solución, ni mirar para otro lado. Pues parece ser que los indignados que se concentraron en los alrededores del Parlamento catalán "provocaron" ayer el traslado en helicóptero de 24 personas, como Artur Mas, mientras que alguna otra persona llegó al Parlamento en una furgoneta de los Mossos.
¿Y ahora qué? La situación se mantendrá fuera del Parlamento aunque al concluir todos estos dirigentes vuelvan a sus casas, el problema seguirá ahí.
A los manifestantes los podrán echar, los podrán golpear, pero el diálogo es la solución.
Ya lo dijo Gandhi: "La violencia es el miedo a los ideales de los demás".
Mª José Izquierdo Borao
Teruel

El diccionario de la Real Academia de la Historia
Ya sabemos que varias biografías de personajes de la II República, la Guerra Civil de 1936 y del franquismo son claramente tendenciosas (no son "errores", como ha dicho algún simple) y repiten las tesis de Franco. Pero quizá nos estemos limitando a esos años. ¿Qué se dice de personajes de la conquista de América, de Filipinas, de las colonias africanas, de la Ilustración, la Inquisición, el Concilio de Trento, la Desamortización, Felipe II, la I República...?

Nadie supervisó la selección de autores ni leyó los textos de una obra encargada en tiempos de Aznar que ha costado mucho dinero. Ahora, el Ministerio de Cultura, tras casi 12 años, ha reaccionado.
El gran peso de la derecha neofranquista, la estulticia fraudulenta de la RAH, la evidente desidia y pasividad de la izquierda harán que el asunto se cierre en falso. Porque ¿cómo se van a modificar cientos (o miles) de biografías en una obra de 50 tomos?
La única esperanza es que se venda y se utilice poco.
Carlo A. Caranci
Madrid

Por mi mujer y mis hijos,
aunque yo no sea alcalde
Alberto Ruiz-Gallardón ha dicho que no es justo que le hicieran una pitada y cacerolada cuando paseaba con su mujer y sus hijos. Quizá no recuerde a los muchos miles de ciudadanos cuyas mujeres e hijos han tenido que padecer no en un rato de paseo, sino incluso encerrados en sus casas y durante todo el día, por meses e incluso años, ruidos insoportables y contaminación ambiental debido a obras tan inútiles e incluso contraproducentes como muchas de las que Gallardón ha hecho. Obras ejecutadas no sólo sin consultar, sino contra la voluntad explícita de los vecinos de esas zonas.
Ahora se acuerda de la justicia quien no ha tenido la más mínima equidad con tantos madrileños, perjudicando gravemente su descanso y su salud, y haciéndoles pagar a todos su violencia –mucho más grave, por múltiples razones– que las de unos manifestantes a los que también hoy ha agraviado. Eso es ver la paja en ojo ajeno y no la enorme viga en el propio.
María Faes Risco
Madrid

Miguel Montes Neiro vuelve
a Granada
Lo encontré en los periódicos o en la televisión, ni lo recuerdo. Era una noticia más, pero me produjo la sensación de que ahí había una historia que conocer. Viajé hasta Huelva y allí, detrás de un cristal blindado, estaba Miguel Montes Neiro. Lleva casi 36 años detrás de ese cristal. Es el preso común más antiguo de España. Miguel me contó que nunca había empuñado un arma, que nunca había herido a nadie, pero un pequeño robo, una fuga, otra fuga y otra le habían encadenado a una prisión, a otra y a otra. Miguel pisó su primera cárcel cuando aún no había muerto Franco. Ahora tiene 61 años, aunque parece que tiene 81. Está viejo y enfermo, y desde hace mucho cree que en España sí hay cadena perpetua, aunque la ley dice que no. Nunca probó la droga, ni siquiera allí dentro. Está débil por su huelga de hambre, pero fuerte porque cree que algún día saldrá para pasar un rato con sus dos hijas antes de morirse, que alguien se dará cuenta de que él ya no debería estar en la cárcel porque 36 años son demasiados para un delincuente cuyo delito más grave ha sido fugarse. Yo me he dado cuenta de que ya no debería estar dentro, pero no soy juez y tampoco he pasado ninguna mañana de viernes en el Consejo de Ministros. Acaban de trasladarle a la prisión de Albolote, en Granada. Iré a verle, quizá por última vez.
Antonio Izquierdo
San sebastián de los Reyes (Madrid)

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