Cartas de los lectores

15 de junio

Teatro del absurdo en Valencia
9 de junio. Cortes de Valencia. Diez de los diputados regionales que fueron votados mayoritariamente por el pueblo (aun a sabiendas de que presuntamente se aprovecharon de manera ilícita del dinero del mismo pueblo) toman posesión de sus cargos. El llamado a presidir el Parlamento regional coloca sobre la mesa un símbolo de su religión, cuyo séptimo mandamiento dice: "No hurtarás". Pensé que se trataba de una indirecta dirigida a los suyos, pero no: exhibía en público su fe privada. Al final, para celebrarlo se gastan 18.000 euros en un ágape pagado con fondos de ese pueblo en dificultades económicas. Fuera, un numeroso grupo de personas que clama pacíficamente contra la corrupción es disuelta a palos por miembros de la policía democrática, algunos de cuyos compañeros ya habían emitido varios informes sobre las actividades delictivas de esos diez imputados que merendaban dentro. Todo un espectáculo.
Enrique Chicote Serna / Arganda del Rey (Madrid)

Una pinza contra el Estado
del bienestar y la democracia
El PSOE dependía de IU para alcanzar el poder en varios ayuntamientos donde el PP había obtenido mayoría simple tras las elecciones del 22-M. Cayo Lara declaró que IU no permitiría gobiernos de la derecha (léase del PP), pero hay asambleas locales de la federación que no estaban por la labor. Ante esta situación, en el PSOE las reacciones no se hicieron esperar y han sacado a colación, cómo no, el tema de la pinza entre IU y el PP. Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces. Porque lo que no garantiza el PSOE es que después de que IU vote a sus candidatos se vayan a llevar a cabo políticas de izquierda. Si IU no quiere defraudar a sus electores tiene que obligar al PSOE a negociar pactos de gobierno. De lo contrario se expone a que, tras la votación, el PSOE llegue a acuerdos con el PP para hacer recortes sociales. Porque la única pinza verdaderamente existente es la del PSOE y el PP para recortar derechos laborales y sociales, pensiones, sueldos... Una pinza contra el Estado del bienestar y la democracia.
Óscar Gómez / Ermua (Bizkaia)

Los reyes del más de lo mismo
no aportarán ninguna solución
Desde que recuerdo, el único mensaje emitido por la clase dominante es que hay que flexibilizar el mercado laboral. Año tras año, reforma tras reforma, siempre con las excusas –razones las llaman– más variopintas. A los trabajadores nos imponen reformas siempre a la baja, convirtiéndonos en simples operadores trabajando lo más a destajo posible y con nula capacidad de aspirar a una vida mejor, a excepción de la otra vida. Paralelamente, los beneficios de grandes empresas –porque las pequeñas cierran como las que más– no hacen más que aumentar, y llega el caso en que ya les da hasta pánico contratarnos, según dice el nuevo jefe de la patronal. Por lo visto no les da pánico despedirnos, ni prejubilarnos; pero contratarnos es espantoso porque supongo que tenemos tantos derechos y cobramos tanto que somos un lastre letal para sus beneficios por nuestra santa manía de cobrar a fin de mes. Mientras, el que discute a calzón quitado calla, luego otorga, olvidando que formó parte de un gobierno al que se le hizo una huelga general –de las de antes– contra la enésima reforma laboral. ¿Pero es que en este país no queda nadie al que no le dé pánico decir que la culpa de la crisis la tuvo y la tienen los que nos tienen pánico? ¿Qué solución aportarán los reyes del más de lo mismo?
Emilio Iglesias Delgado
Sevilla

Por la bio-economía
y el decrecimiento
En el opulento primer mundo, muchos nos hemos convertido en turbo-consumidores. Compramos lo que no necesitamos e incluso lo que no queremos. Formamos parte de mayorías satisfechas muy poco solidarias, empeñadas en disfrutar de una felicidad herida y paradójica que llena de antidepresivos nuestros armarios. Frente a esta realidad, cada vez son más las voces que consideran que la Tierra está en riesgo de autodestrucción. Esgrimen un doble motivo. Por una parte nuestro planeta no tiene unas reservas ilimitadas, y si las sometemos a un pillaje incontrolado pueden llegar a agotarse. Por otra, la Tierra en que vivimos es un espacio limitado y en riesgo de saturación si no se frenan los vertidos de desechos contaminantes. Ante esta realidad, los estados occidentales, orientados hacia la contra-revolución neoliberal que desmantela el Estado del bienestar, deben reaccionar y volcarse en una refundación de lo político que nos lleve a pensar la economía en el seno de la biosfera. ¿Hasta cuándo vamos a considerar una utopía depositar nuestra esperanza en la bio-economía y el decrecimiento?
Iñaki San Sebastián Hormaetxea
Getxo (Bizkaia)

El sombrío panorama
que se nos viene encima
Llegó el día en el que los elegidos democráticamente en las pasadas elecciones se sentaron en las poltronas y al ciudadano le invade la duda. Porque, con tanto improvisado pacto hecho últimamente, vamos a tener que ver –más pronto que tarde– si son capaces de cumplir sus promesas o no.
¡Qué emoción! Agoreros y pesimistas rumian aquello de que "otros vendrán que bueno te harán", similar al punzante dicho "mejor malo conocido que bueno por conocer". ¡Qué suspense! Escépticos y desconfiados –en cambio– se conformarían con que los nuevos responsables en los cargos cumpliesen tan sólo una de sus promesas. ¡Qué intriga! Y es que, rodeados de tanto negro rumor y mala noticia, el panorama actual
–salvo milagros de última hora, que dicen los crédulos existen– se presenta sombrío.
Mar Ramos Navarro
Zaragoza

Más Noticias