Cartas de los lectores

11 de diciembre

Hipocresías
No justifico los insultos, pero sí llamo hipócritas a quienes tienen dos varas para medirlos según quién sea el insultado y el personaje que los ha lanzado. Si la ofensa es porque alguien les ha llamado "tontos de los cojones" en un momento de acaloramiento, saltan todas las alarmas habidas y por haber, aunque la persona que ofendió haya pedido perdón a los que se hubiesen sentido ofendidos.
Pero si el líder de la oposición acusa al presidente del Gobierno de haber traicionado a las víctimas del terrorismo y de estar vendido a ETA, la ofensa está justificada. Y por si estos insultos no fueran suficientes, tenemos los del antiguo portavoz de la Asociación de Víctimas del Terrorismo que voceó en las manifestaciones que ETA y Rodríguez Zapatero eran lo mismo sin que nadie haya pedido perdón por ello. Esto nos demuestra el nivel de hipocresía que tienen los señores de la derecha.
Joaquín García/ Getafe

Reforma constitucional
En relación al reportaje que Público realizó sobre una eventual reforma constitucional que, entre otras cosas, trajese a España la Tercera República, me gustaría decir que, si bien la monarquía constitucional no me molesta, creo que, efectivamente, sería más democrático un régimen republicano. Eso sí, habría de ser un régimen parlamentario y democrático.
Sin embargo, una reforma constitucional no debe centrarse en un debate monarquía-república, sino en algo más serio: en poner fin al modelo de Estado abierto que arrastramos desde hace 30 años. Avanzar hacia un Estado federal que ponga fin a muchos años de mercadeo por competencias. Un Estado que, partiendo de la amplia descentralización, se reserve para sí competencias fundamentales como la educación o la sanidad.
Fran Vázquez/ Zamora

Nuevos derechos humanos
En el 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que acabamos de celebrar, la vida y la dignidad humana exigen el reconocimiento y la satisfacción de nuevos derechos.
Derecho a la paz para Palestina, Darfur, Irak, Afganistán, Pakistán, Congo... En la actualidad, se estima que hay más de 40 conflictos armados en el mundo, motivados, en parte, porque el recurso a la fuerza reporta ignominiosos beneficios a la colosal maquinaria bélica industrial.

Derecho al desarrollo –alimentación, agua, satisfacción de las necesidades básicas–, porque el 50% de la humanidad vive aún por debajo del umbral de la pobreza y los problemas relacionados con la escasez de alimentos se están agravando de forma alarmante. Creo que es necesario establecer impuestos internacionales sobre el mercado de intercambio de divisas y otras alternativas financieras cuya recaudación redunde directamente en los fondos multilaterales de Naciones Unidas destinados al desarrollo. Otras medidas, como la cancelación de la deuda externa y el incremento de la ayuda oficial al desarrollo, continúan siendo esenciales.
Derecho a la calidad del medioambiente; la pasada Convención de Bali sobre el cambio climático (para sustituir el protocolo de Kioto, que finaliza en 2012) está más orientada a la adaptación al fenómeno que a frenarlo. El desafío consiste en desligar la idea de desarrollo humano sostenible del imperativo mercantilista, que concibe el crecimiento económico como el incremento continuo de la producción para el consumo.
Parecen utópicos, pero son derechos absolutamente irrenunciables si queremos dar dignidad suficiente a la condición humana en todos los rincones del planeta.
Luis Fernando Crespo/Madrid

La solidaridad navideña
Cercanas ya las fechas navideñas, comienzan a aparecer los mensajes solidarios y pedigüeños que, bien a través del buzón, o bien de boca de famosillos y macrofestivales televisivos, intentarán ablandar nuestro corazón y bolsillo a favor de las pobres gentes que aquí o allá pasan necesidad. Es otro ingrediente más (como la lotería o el turrón) de la Navidad, que aparece todos los años pero que deberíamos cuestionar seriamente.
En primer lugar, porque la solidaridad no es cosa de una sola época (asunto en el que, de manera claramente oportunista, caen muchas ONG) y, sobre todo, porque lo que el mundo necesita es justicia y no caridades trasnochadas. Cuando sabemos que con sólo una veinteava parte del dinero con que tan generosamente han salido los Estados al rescate de los bancos se podrían haber alcanzado los Objetivos del Milenio, ¿dónde han estado las voces de denuncia y movilización?
Aprovechemos más bien estas fechas, en las que proyectaremos nuestros buenos deseos para el próximo año, para dejar atrás la sensiblería y comprometernos de verdad con un mundo más justo y sostenible.
Federico Velázquez de Castro/Granada

La confianza mata
Parece que todo el mundo, eso sí, menos el inteligente técnico del Barcelona, Pep Guardiola, tiene muy claro que el próximo partido contra el Real Madrid es un paseo para el conjunto azulgrana. Vamos, que las apuestas están haciéndose, casi exclusivamente, acerca de cuántos goles les van a caer a los blancos. Desde luego, si consideramos los resultados de la temporada que está haciendo cada equipo, por ejemplo, de estas últimas jornadas, está muy claro quién es el gran favorito. Pero hablamos de un juego y de un solo partido y, queramos o no, uno de los contrincantes es el Real Madrid, con lo que ello acarrea. Yo, desde luego, no lo tendría tan claro. Esperemos al menos ver un buen espectáculo, que es de lo que se trata, aunque parece servido.
Federico José Marín/Jerez de los caballeros (Badajoz)

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