El deber del G-20
Los líderes del G-20, reunidos en Pittsburgh, deben tomar medidas urgentes para buscar una salida a la crisis global. Su objetivo debe ser la ayuda a los países más pobres, pues estos combaten una crisis que no contribuyeron a crear pero que terminan sufriendo con mayor virulencia.
Es urgente que adopten medidas para fomentar una economía sostenible y al servicio del ser humano, además de aportar los recursos necesarios para apoyar los esfuerzos de los países pobres.
Ariane Arpa / directora de Intermón Oxfam

Financiación  del PP valenciano
El Tribunal Superior valenciano decidió no estimar un informe de la Brigada de Blanqueo que contenía numerosos indicios sobre una supuesta financiación irregular del PP –ocultando, además, la existencia de este informe–, que rechazó la apertura de esa
línea de investigación.
La decisión del Tribunal Superior, sin embargo, podría incurrir en la vulneración del artículo 24 de la Constitución, pues, según el mismo: "Todos tenemos derecho a obtener la tutela de jueces y tribunales en el ejercicio de nuestros derechos e intereses, sin que pueda producirse indefensión". ¿Cómo podemos ejercer nuestro derecho a saber si se ha desviado dinero público a la financiación de un partido político? El Ministerio Fiscal debería actuar, en este caso, velando por la independencia de los tribunales.
Francí Xavier Muñoz / Madrid

La intolerancia por bandera
En lugar de construir juntos una sociedad más justa y tolerante en la que quepamos todos, reforzando con ello la libertad y una verdadera democracia, todavía abundan los que, apoyados en su desconocimiento, miedos y prejuicios, insisten en construir un álter ego social reaccionario. Tuve la ocasión de certificarlo en una reciente reunión vecinal de mi barrio, San Jerónimo, en Sevilla. La oposición a la posible construcción de una mezquita era el denominador común, pero de nada sirve que los artículos 13, 14 y 16 de la Constitución o el artículo 2 de la Ley Orgánica de Libertad Religiosa digan que esa actitud es ilegal y profundamente antidemocrática.
Parece que, al final, todo da lo mismo cuando el temor y la ignorancia humillan al respeto y a la libertad.
Free Espinosa / Sevilla

El ‘síndrome del emperador’
No soy psicólogo, sino profesor, y llevo toda mi vida trabajando en colegios, institutos y en la universidad. Sé de lo mío, pero también sé de niños y adolescentes. La educación está hecha una porquería, pero no sólo en los colegios, también en las casas.
He escuchado testimonios espeluznantes de padres cuyos hijos eran auténticos tiranos. Los psicólogos modernos lo llaman el síndrome del emperador. Son niños egoístas que, incluso, llegan a pegar a sus padres. Se trata de niños que no quieren estudiar ni trabajar ni tienen inquietudes y que, en muchos casos, acaban delinquiendo.
Esta es una cuestión de roles. A los niños hay que educarlos enseñándoles lo que está bien y lo que está mal, para hacerles personas y no emperadores, como hacen muchos padres.
Paco Gómez Escribano / Madrid

Transgénicos
Leo con estupor la entrevista que realizó Público, concretamente el 20 de septiembre, a Marc van Montagu, presidente de la Federación Europea de Biotecnología.
Me pregunto cómo es posible que diga que con la manipulación genética se resolverá el hambre en el mundo.En todo caso, lo que se puede lograr, si no le ponemos remedio, es que las grandes multinacionales hagan su negocio con las semillas patentadas y que los agricultores dependan cada vez más del propietario de las mismas. En el mundo hay alimentos para todos, pero están mal repartidos y siempre acaban en manos de unos pocos, así que lo mejor sería que no diésemos peces, sino que enseñásemos a pescar.
Francesc Quesada / Mallorca

Nunca es tarde
No hablemos de crisis –el tema preferido de los políticos para ganar votos–, hablemos mejor de respeto, de moral y de justicia. Necesitamos leyes. Asistimos impasibles ante el declive de la sociedad
actual sin ni siquiera hacer un intento por cambiarlo. La humanidad y sus gobernantes deberían unirse para conservar el derecho a la vida, a la libertad y a la paz.
Lilia González / Barcelona