Cartas de los lectores

22 de enero

La solidaridad del PP con Haití
El PP cuestionó la misión humanitaria de España en Haití tras el huracán de 2004.
Recriminó durante más de dos años a la anterior secretaria de Estado de Cooperación, Leire Pajín, que este país fuera su primer destino, acusándola de otorgar concesiones a Francia a través de la ayuda humanitaria.
Rajoy pone una cara amable a los medios para intentar no trasladar la deplorable insolidaridad de la cúpula de su partido.
El PP no cree en la solidaridad y lo demuestra cuando no admite su error al no apoyar la política de
Cooperación al Desarrollo que ha estado desarrollando el Gobierno de España.
Raúl Santiago García López / Santander

En tiempos de crisis oímos eso de «no soy racista, pero...»
En tiempos de crisis –caldo de cultivo de extremismos–ciertos partidos aprovechan para hacer populismo barato y tratar de atraer votos diciendo que "aquí no cabe todo el mundo". Y empezamos a oír: "No soy racista, pero... es que son vagos, nos quitan el trabajo, abusan de nuestros servicios públicos, delinquen, viven hacinados", y así un largo etcétera.
Los españoles ya no recuerdan cómo nuestros abuelos se iban a Alemania, Suiza o Sudamérica. Esas camas calientes o esos barcos llenos de "ilegales" llegando a Venezuela. Sin nada, incluso sin esos contratos que hoy dicen que tenían allí.
El inmigrante no es ilegal. Una falta administrativa no lo excluye de ser una persona con derechos y, por supuesto, con deberes.
Recomendaría a mis compatriotas españoles que se preocupen más en defender sus derechos a la sanidad, la educación o a los servicios sociales, tan reducidos por ciertas administraciones, y, por supuesto, en que aprendan y se enriquezcan de lo diferente, que nunca sabemos si tendremos que volver a hacer como nuestros abuelos y salir a buscar el pan a otro país o ciudad.
David Marañón Badaya / Leganés (Madrid)

La Sociedad General de Autores Española y las peluquerías
De la misma forma que la SGAE exige a las peluquerías el pago de los derechos por ambientar con música sus locales, ¿no deberían también pedir el cobro de sus derechos los profesionales de la peluquería, creadores del peinado que lucen sus clientes, cuando se muestran en actos sociales?
Y no sólo ellos, ya que otros profesionales creativos podrían ir viviendo también de la renta de su trabajo a base de cobrar por su continua exhibición o utilización.
Los grandes cocineros lo tendrían más difícil, claro, pero es lo que hay.
Jordi S. Berenguer / Barcelona

Mensaje tranquilizador sobre la ayuda humanitaria de EEUU
Deseo hacer llegar desde estas líneas un mensaje tranquilizador a todas aquellas personas que han temido que el envío de tropas de EEUU a Haití se convirtiera en una invasión del país: si EEUU hubiera querido invadir Haití, 48 horas le habrían bastado. A los hechos me remito; sirvan de muestra
–que no de ejemplo– la Guerra del Golfo o la invasión de Irak. Cuarenta y ocho horas le habrían bastado para abrir rutas donde no las hubiera, para construir puentes donde hiciera falta, para construir hospitales de campaña... Sin embargo, a una semana del terremoto, la ayuda humanitaria se acumula en el aeropuerto sin que sea posible hacerla llegar allá donde se necesita. Está claro: sin objetivos militares, no hay objetivo.
Alejen de sus mentes, por tanto, el fantasma de la invasión y empiecen a pensar en ocupación, que parece que es lo que marca tendencia en EEUU. Y a todo esto, la ONU de observador; ya ni a coordinar la ayuda humanitaria se mete.
Yolanda García / Bilbao

Ojalá las ayudas vayan cargadas sólo de buenas intenciones
La mala fortuna parece haberse cebado sobre uno de los países más pobres del planeta. Es de esperar que las ayudas internacionales prestadas ahora al castigado Haití vayan cargadas exclusivamente de buenas intenciones, sirviendo para que –más pronto que tarde– el país pueda ponerse de nuevo en pie, a ser posible con más posibilidades que antes. Como reza el viejo y popular refrán: la esperanza es lo último que se pierde.
Mar Sánchez / Zaragoza

Primero fueron los fumadores, ahora se sanciona ser gordo
Si desde hace años los fumadores padecen la persecución implacable de la Justicia y de buena parte de la sociedad, ahora son los gordos quienes sufren la discriminación de nuestro Estado del bienestar.
Resulta paradójico que durante años se haya fomentado el consumo de hamburguesas, pizzas... y que, después de cebarnos, se nos diga entonces que esas comidas son nocivas para el organismo. Llegaron los productos light, la anorexia y el bisturí.
En medio de este absurdo aparece Air France, que pretende cobrar una tarifa extra a los gordos. Debe suponer que para mantener esos cuerpos hay que tener dinero y por tanto hay que exprimirles la cartera, cuestión que nos lleva a plantear: ¿por qué los asientos son cada vez más estrechos?
Luis Enrique Dorado / Madrid

Las «marchas por la vida» y las diferencias a cuenta del dinero
Hazte oír acaba de anunciar otra "marcha por la vida", así que desempolvan el kit pro-vida compuesto por camisetas, banderolas, fetos de plástico y demás atrezo antiabortista.
Pero hete aquí que las filas reaccionarias y ultracatólicas no son tan compactas como pretenden aparentar. ¿Qué puede dividir al triunvirato de los capitanes de Dios? ¿Acaso hay discrepancias ideológicas o espirituales que impiden esta comunión entre Hazte Oír, Manos Limpias y el Foro de la Familia?
Parece ser que se trata de un asunto más terrenal. El problema es la pasta. La bronca interna se deriva de la manifestación del 17 de septiembre que a punto estuvo de desconvocarse a causa de que la plataforma de Hazte Oír, Derecho a la vida, pretendía distribuir su propio merchandising amenazando la recaudación propia del Foro de la Familia. Por eso Benigno Blanco y su tropa no han sido invitados al nuevo sarao.
Al final va a resultar que lo que parecía haber unido su particular defensa de la vida lo va a separar el tentador tintineo de la bolsa.
Antonio Martín Cascán / Zaragoza

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