Cartas de los lectores

23 de enero

La cobarde Ley de la Memoria
La Ley de la Memoria debería haber servido para poner voz al lenguaje ahogado de los muertos. Pero nació cobarde. Con un requiebro argumental kafkiano, la propia ley reconoce la ilegitimidad del origen de los tribunales franquistas, pero acepta su legalidad. Se arroja otra paletada de tierra sobre la dignidad de las víctimas que, al no ser admitidas como tales por la jurisprudencia, no ven reivindicada su memoria y no son tratadas con la justicia que merecen.
Ni el rumor indignado de los cadáveres que se eleva desde las cunetas y las tapias de los cementerios es suficiente acicate para actuar como un Estado democrático al que le repugne esconder su bazofia bajo la alfombra.
Podemos seguir sofocando sus voces con leyes
aberrantes con la excusa de no hurgar en las heridas. O podemos pararnos a escuchar el lenguaje de los muertos que no reclaman venganza sino justicia. Y que nos avisan de que un pueblo que no es capaz de plantar cara a los errores de su pasado está condenado a repetirlos.
Ana Cuevas / Zaragoza

El eterno debate sobre el tabaco enciende la llama de la incertidumbre
El sector hostelero anda que echa humo –nunca mejor dicho– por la más que posible reforma legislativa que prohibiría el consumo de tabaco en los establecimientos públicos. Dejan claro los empresarios del ramo su frontal rechazo ante esa nueva medida que modificaría la ley vigente en los próximos meses, que conllevaría –inevitablemente, según ellos– importantes pérdidas económicas, así como destrucción de empleo en el sector servicios, de por sí ya duramente castigado a causa de la prolongada crisis que venimos padeciendo.
De siempre ha existido un eterno debate sobre el tabaco; unos aducen que se trata de un producto legal de cuyo precio el Gobierno cobra anualmente miles de millones de euros a base de impuestos, mientras otros
–que forman, según las estadísticas, la mayoría– no reparan en tildarlo de producto sucio que constituye un auténtico peligro para la salud de la ciudadanía.
Gracias a la contribución tanto de unos como de otros, la llama de la incertidumbre en sigue siempre manteniéndose viva.
Miguel Sánchez Trasobares / Zaragoza

Un desayuno por la convivencia al margen de la confesión religiosa
Ha tenido fuertes críticas a derecha e izquierda el hecho de que Rodríguez Zapatero acepte la invitación de Obama para participar en el anual desayuno de oración al que asistieron antes Hernández Mancha y algunos ministros de Franco.
Sin embargo, se puede ser laico y tener una fe religiosa, contra lo que se empeñan en hacernos creer algunos de derechas; y todo religioso de verdad debe ser partidario de la libertad, de la laicidad del Estado, lo que parece ser contrario a la presencia de jefes de Gobierno en ese acto, según denuncian, allí y aquí, no pocos de izquierdas.
En ese contexto, ¿se adaptará Zapatero sin más a ese desayuno de oración como participó con el presidente turco en la comida ritual del fin del Ramadán y como muchos laicos no creyentes asisten a bodas y otros actos religiosos de personas con las que están relacionadas, por respeto –que no adhesión– a sus opiniones?
Quizá lo más equilibrado sería que, puesto que va, dada la ocasión, resalte el respeto que se debe a toda creencia para conseguir una real Alianza de Civilizaciones, colaborando a lo que ese acto debiera explícitamente ser: un desayuno por la convivencia entre todos, sean o no miembros de una confesión religiosa.
María José Téllez Diego / Madrid

Comisiones Obreras, los militantes y la refinería de Tierra de Barros
Tal vez sea ya la hora de que muchos militantes de CCOO digamos en voz alta lo que pensamos en relación a la planta de refino que quieren poner en Tierra de Barros. Y, sinceramente (lo he escuchado de los labios de bastantes compañeros), nos parece toda una pasada el apoyo visceral de los dirigentes regionales de CCOO al proyecto de la refinería. A nosotros, que llevamos ya un porrón de años militando en el sindicato y que nunca hemos querido ni cargos ni datas, nadie nos ha consultado al respecto; un proyecto que, por cierto y según nuestro modo de ver, choca frontalmente con esa Extremadura rojiverde que va implícita en la filosofía de tal organización sindical. Por ello, algunos pensamos que no podemos seguir por más tiempo defendiendo unos postulados que entran en flagrante contradicción con nuestra coherencia ideológica.

Tal vez haya que optar por otras fuerzas sindicales libres de todo tipo de ataduras, sobre todo de las apetitosas subvenciones que concede el papá (o padrastro) Estado a través de sus burocratizadas administraciones. Esperemos que sigamos teniendo una Extremadura limpia de negras poluciones que, a su vez, limpie las aurículas y ventrículos de aquellos que, teniendo su corazón escorado hacia la izquierda, se resbalaron por diestros toboganes.
Félix Barroso Gutiérrez /  Santibáñez el Bajo (Cáceres)

Hay males mayores que el de Haití: los de los que predican tal afirmación
Lo del obispo Munilla no es más que la consecuencia de una funesta ideología con la que los líderes de la Iglesia católica intentan manipular y mantener sometidos a los seres humanos.
No obstante, lo verdaderamente raro es que nos extrañemos de sus palabras. Ideas análogas continúan repitiéndose diariamente y constituyen el modo más eficaz de mantener acongojados a un buen número de personas y, en último término, de sostener el negocio más suculento de cuantos ha inventado la humanidad. ¿Acaso alguna mina, algún holding o algún latifundio han dado tan buenos dividendos como el Purgatorio?
Juan J. Abad

Muchas empresas siguen repitiendo esquemas rancios
"A usted no se le paga por pensar" y "hay que atar la burra donde manda el amo" son frases que, básicamente, están circunscritas al ámbito laboral, donde la autoridad jerárquica puede ser ejercida con desdén e ignorancia y la frontera de las competencias ser infranqueable.
Desgraciadamente, aún existe un elevado número de empresas en las que ciertos aspectos de la organización del trabajo como, por ejemplo, el estilo de mando, la promoción profesional, la participación o la iniciativa distan mucho de lo que es un funcionamiento democrático y optan por reproducir rancios limitadores esquemas. ¿Acaso pueden ser productivas y competitivas a medio o largo plazo las compañías que infravaloran y cercenan las capacidades de sus plantillas e, incluso, penalizan a las personas que, bajo el ánimo o propósito de mejorar los procesos, realizan críticas o propuestas constructivas?
Es improbable que el esfuerzo invertido por una empresa en investigación o innovación tecnológica pueda arrojar resultados satisfactorios si se desprecia, desaprovecha o ahoga el compromiso, el talento y las inquietudes profesionales de todos los trabajadores.
Alejandro Prieto / Gijón (Asturias)

Lamentablemente, España siempre será diferente
Mientras en países latinoamericanos siguen persiguiendo y condenando a los autores de las matanzas de sus conciudadanos durante las dictaduras que asolaron dichos países y mientras a lo largo de todo el mundo se siguen persiguiendo a los responsables del régimen nazi, en España el perseguido es el único juez capaz de intentar investigar los crímenes franquistas.
Cabría preguntarse si esto es debido a que, además, este mismo juez fue el que destapó la trama Gürtel, o si simplemente se debe a que, en materia de justicia, todo quedó ciertamente atado y bien atado. Mi admiración, respeto y apoyo más absolutos al valiente juez Garzón.
Miguel López Zoyo / Granada

En el deporte escolar también se pueden inculcar buenos valores
De nuevo estamos inmersos en una temporada de deporte escolar, por lo que quiero hacer un llamamiento a las buenas formas y al comportamiento correcto de los niños y niñas que participan en esta temporada.
Después de ser testigo directo de lo que pasa con algunos entrenadores veo queda mucho por hacer, ya que, en cuanto empiezan los partidos, estos se olvidan de que aparte de coordinadores deportivos son también transmisores de buenos comportamientos y de sana competencia, pues en muchas ocasiones pierden los papeles de forma ridícula y exagerada incluso cuando se va ganando.
Lo mismo que en ocasiones el personal de la Federación de Baloncesto se acerca a los partidos sin previo aviso para dar constancia de que todo está en orden, también se tendría que añadir esta cobertura al comportamiento de los entrenadores y entrenadoras de los colegios y penalizarlos de alguna forma si, bajo su criterio, su actitud es histérica y de una gratuita agresividad injustificada que pone al equipo arbitral en constante evidencia, dificultándole su labor de forma grotesca y nada ejemplarizante para los jóvenes jugadores y jugadoras.
Manu Ballesteros Rodríguez / Bilbao

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