Cartas de los lectores

18 de abril

Justicia y libertad
En las manifestaciones de los años setenta se pedía amnistía y libertad. Pero ¿por qué "amnistía", si el único delito fue defender un Gobierno legal? Esas manifestaciones deberían haber pedido justicia y libertad. El artículo 1 de la Ley de Amnistía de 1977 acepta la amnistía siempre que no haya supuesto violencia o ataques a la integridad de las personas. Pero la Falange sacaba de sus casas a los leales a la República, los ajusticiaba y los dejaba en las cunetas. Con la democracia, se legalizó la Falange Española de las JONS. Como partido, nunca condenó los crímenes franquistas ni aceptó la Constitución. ¿Cómo es posible, pues, que las utilice para llevar al banquillo a Garzón? El PP calla ante los errores de la Iglesia, de la Falange y del presidente de la CEOE. Sabemos de dónde viene el PP (centro, derecha y extrema derecha). Pero ¿adónde quiere ir? ¿Defenderá los mismos postulados de la dictadura o los principios constituciones?
Manuel Guzmán Uceda / Cuenca

Pensar en la infelicidad como riesgo laboral
Se habla mucho del cambio ineludible del modelo económico español, obsoleto a todas luces, si se quiere salir fortalecidos de la crisis. Para ello, se dice, nuestra actividad económica se tiene que basar en el talento y en la innovación. Pero este nuevo mantra, que pretende resolver todos nuestros problemas económicos, es claramente insuficiente si no va acompañado de un concepto más austero de nuestra forma de consumir y, sobre todo, de una revalorización de lo que es cada vez más necesario: la dignidad de los trabajadores y trabajadoras de este país.
La sociedad del conocimiento a la que aspiramos deberá superar conceptos de gestión empresarial anacrónicos. Uno de ellos es alargar los horarios laborales como forma de aumentar el rendimiento. Craso error: los horarios interminables lo que demuestran es una mala organización del trabajo y, a veces, el capricho de un incompetente directivo. La presión y agresividad que existen en el ámbito laboral están generando una sociedad profundamente infeliz y enferma, donde los casos de France Telecom pueden ser sólo la punta del iceberg.
Horacio Torvisco Pulido / Alcobendas (Madrid)

Una vez como tragedia y otra como farsa
Tengo delante dos documentos, uno del Archivo Militar de El Ferrol y otro del Registro Civil de un pueblo de Salamanca. En la portada del primero se lee: "Tengo el honor de remitir a VS. las diligencias practicadas con motivo de la muerte del individuo Martín B. J., causada por las fuerzas de Falange Española" y lleva fecha de 29 de julio de 1936. El otro es un acta de defunción donde se hace constar la diligencia de que P. D. S. "ha muerto al intentar evadirse de las fuerzas de la Guardia Civil y de Falange", el 22 de noviembre de 1936, y no como acción de guerra, que es lo que se había escrito inicialmente. Ya se sabe que las acciones de Falange ocuparon un lugar central en la represión, pero es la primera vez que yo sepa donde un acta de defunción se refiere a los asesinos. Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces. Lo mismo que acontece con Falange. Pero, como añadió Marx en El 18 Brumario, "se olvidó de agregar: una vez como tragedia y otra vez como farsa". Si al final gana la farsa triunfará la impunidad de quienes nunca creyeron en la democracia. Nunca había entendido bien del todo la lógica del argumento de la Transición que ahora acaba de aclararse: borrón y cuenta nueva. El precio político fue muy alto y acaba de pasar factura al querer juzgar a Garzón por investigar los crímenes del franquismo.
Ricardo Robledo Hdez. / Salamanca

Hoy día la cara ya no es el espejo del alma
Si la cara fuera el espejo del alma, Luis Roldán no hubiera engañado a tanta gente; los pederastas no abusarían de tantos niños y Luis Bárcenas y Jaume Matas no nos hubieran sorprendido con una retahíla de presuntos delitos.
Entre nosotros hay lobos disfrazados de corderos. Hay zorros al cuidado de las gallinas. Hay maridos ejemplares que maltratan o matan a sus parejas. Hay ladrones cuidando haciendas. Hay individuos con mucha cara y poca alma. Hay personas sin escrúpulos, dignidad ni decencia. Por sus obras los conoceréis.
Pedro Serrano / Valladolid

Las generaciones nacidas en democracia debemos madurar
La Transición está resultando ser eterna, y las generaciones nacidas en democracia vemos cómo el Estado no madura al mismo tiempo que nosotros. Ante la indiferencia de los que nacimos en el bienestar, estamos en un país donde uno vive como un rey, otros eluden la justicia con dinero y a otros hacer justicia les sirve para quedarse sin trabajo. El silencio es síntoma de apoyo, la sumisión nuestro mayor pecado. Ya es hora de que esta adolescencia infinita se acabe y de que afrontemos el futuro con madurez.
Miguel Angel Ruiz Domínguez / Santa Cruz de Tenerife

La sanidad de la Comunidad de Madrid, sin ninguna esperanza
No se puede ser tan inhumano para tratar las minusvalías de mayores de 65 años como lo está haciendo la Comunidad de Madrid: riéndose de las personas que, con las piernas desgastadas y sin más ayuda que la de un bastón, se acercan tambaleándose al centro base. Allí me preguntan para qué he traído a mi madre, de 86 años, a lo que les respondo que para ver si tiene derecho a una ayuda económica. Me contestan que, si tiene un grado de invalidez del 33%, tendrá derecho a piscina y, si tiene coche, a aparcamiento gratis. Antes de que sigan diciendo más disparates les digo que sí, y también a un cancha de tenis y a golf. ¿Cómo es posible que a una persona que apenas se tiene de pie, en vez de ayudarla, se le diga lo del coche y la piscina? Pues esto es lo que hay, concluyen. Y nos vamos llenos de alegría. Hemos madrugado, nos hemos gastado 37 euros en un taxi para que nos digan que la Comunidad de Madrid no protege ni ayuda a personas como mi madre.
Francisco Martínez Pascual / Madrid

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