Cartas de los lectores

18 de mayo

Al final, el capitalismo nos refundará a nosotros
Los socialistas dicen que el plan de ajuste es responsable, razonable e imprescindible. Pero el Gobierno se equivoca recortando el gasto social, que es su identidad como partido y su bandera electoral. El gasto social es más necesario que nunca en la situación actual y, además, hace más tolerable la vida de los que menos tienen.
Impuesta la ley de las finanzas, la respuesta de los gobiernos ha sido aprobar medidas de ajuste que dan una imagen de austeridad y voluntad de mejora de las cuentas públicas para que se tranquilicen los mercados. Pero lo que se ve es que no es posible mantener esta estructura económica y financiera: está caduca, es ineficiente e injusta y provoca cíclicamente riesgos sistémicos.
Decíamos los ingenuos que en esta crisis íbamos a reformar el capitalismo y al final parece que, si nadie lo remedia, será el capitalismo el que nos reformará a nosotros.
Ángel Luis Jiménez Rodríguez / Algeciras

El PP, ese partido progresista según De Cospedal
La secretaria general del Partido Popular, Dolores de Cospedal, ha llegado a afirmar que su partido es social y progresista y, además, el partido de los trabajadores.
La derecha neoliberal tiene un mérito: haber engañado a una parte de las clases medias y trabajadoras repitiendo hasta la saciedad una mentira tras otra.
Y en esa táctica sigue, pues, según Cospedal, progresista es un partido que, como el PP, se opone a la Ley del Divorcio, a la Ley del Aborto, a la Ley de Igualdad o la del matrimonio homosexual.
La derecha española sigue inmersa en esa estrategia histórica de oponerse a todo cambio social hasta que es irremediable porque otra mayoría política la saca adelante sin sus apoyos. Eso sí, después se aprovecha de esas reformas legislativas.
Francí Xavier Muñoz Sánchez / Madrid

El olvido de los fusilados en el Madrid de la posguerra
En el artículo "Pe y Bardem, también con el juez", publicado en Público del pasado sábado, se menciona que en la tapia del cementerio de La Almudena, en Madrid, se fusiló a más de 1.300 personas.
En realidad, el número de personas fusiladas que constan con nombre, apellidos e incluso fecha concreta de ejecución asciende a más del doble, 2.663, las tristemente famosas 13 Rosas entre ellos. Esta cifra es

el resultado del estudio realizado
por los profesores Mirta Núñez y Antonio Rojas Friend recogido en el libro Consejo de guerra: los fusilamientos en el Madrid de la Posguerra (1939-1945) y basado en datos obtenidos de los propios libros de registro de enterramientos del cementerio de La Almudena, aunque ambos historiadores opinan que fueron incluso más, cerca de 3.000.
Lo bochornoso es que no haya en La Almudena ni una mínima placa que haga mención de tan terrible carnicería. Hace dos años, las familias de las víctimas, respaldadas por miles de firmas, solicitaron al ayuntamiento de Alberto Ruiz-Gallardón la colocación de un memorial en recuerdo de los fusilados. Es indigno e inmoral que ni Ruiz-Gallardón ni su consistorio se hayan dignado todavía a responder.
Mª Isabel Cadalso Pastor / Terrassa (Barcelona)

Sobre la financiación pública de la Iglesia católica
En el reportaje que su periódico hace el 16 de mayo bajo el título "Hay otras formas de recortar 15.000 millones de euros", aluden a 900 millones de euros sobre dos conceptos relativos a la Iglesia católica: el IRPF y los salarios de los catequistas de centros públicos de enseñanza.
Pero hay mucho más de donde poder recortar o ahorrar: la financiación pública que anualmente recibe la Iglesia católica en España es de más de 7.000 millones de euros.
Además de lo reseñado, están: los salarios de capellanes castrenses (20 millones); la financiación de centros de ideario católico (4.000 millones); la financiación de la reforma y conservación de su patrimonio (varios cientos de millones); las exenciones tributarias del impuesto de bienes inmuebles y de los permisos de obras (lo que reportaría más de mil millones de euros); la rebaja (o eliminación) de subvenciones directas para cientos de eventos, actividades y proselitismo religioso por parte de ayuntamientos, autonomías y Estado central; la eliminación de la cesión de suelo y el pago de obras para lugares de culto, proselitismo religioso y obra social (cifra incalculable); la confiscación de patrimonio (sin dueño) del que la Iglesia católica se está apropiando indebidamente en todo el Estado por valor de miles de millones; la desamortización de patrimonio muerto, etc.
En suma, por esta vía el ahorro dinerario y el incremento del patrimonio sería muy considerable, aunque sólo fuera de algunas partidas y conceptos.
Francisco Delgado en nombre de la Asociación estatal Europa Laica, (Madrid)

La crisis y la claudicación del lenguaje
Pronto quedaron fuera del lenguaje aquellas expresiones tan acaloradas e inusuales –"refundación del capitalismo", "control del mercado financiero", "fin de los paraísos fiscales"– que por un momento iluminaron el espacio público.
Y regresaron las de siempre: "pérdida de confianza", "pérdida de credibilidad", "presión de los mercados internacionales", "medidas necesarias e inevitables"...
Cuando uno quiso darse cuenta, la relación causa-efecto se había invertido por completo: eran los funcionarios, los pensionistas, los dependientes, los inmigrantes, era España entera la causa de la crisis de la economía privada.
Óscar Dulce Recio / Colmenar Viejo (Madrid)

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