Ciudadanos

Mujeres reales

LUZ SANCHIS/ Periodista

–Pablo dice que tengo barriga, dice una chica con tripa extraplana. –¿Y quién demonios es Pablo?, le contesta su amiga para evitar que se deprima. Con este diálogo, una marca de mayonesa intentaba convencernos de que no hay que agobiarse por una lorza
de más. Lástima que la mayonesa fuera light.

Lo mismo hace una marca de jabones destinados a mujeres "reales". No exactamente. Son un tipo de gordas por el que la mayoría de las delgadas se cambiaría. Están firmes, no hay rastro de celulitis y sus kilos están repartidos con una asombrosa proporcionalidad.
Después, se dieron cuenta de que sus campañas se dirigían a jóvenes y estaban dejando fuera a las que tienen más dinero para gastárselo en ellas. Y se inventaron lo de que "la belleza no tiene edad". He visto la cara que ponen las que pasan de los 50 cuando ven el spot. Las más educadas optan por la sonrisa socarrona.
El resto, dice tacos.
"La vida no está hecha para contar calorías" o "cómete el 90-60-90" son lemas que suenan bien. La pega es que sirven para anunciar la misma salsa por la que suspiraba la novia de Pablo. Lo que más molesta de la publicidad es que traten al comprador como si fuera idiota. Porque casi todas sabemos que estos anuncios son como aquella frase de Coco Chanel, que decía que una mujer "nunca está demasiado delgada". La francesa se equivocaba. Pero, al menos, ella decía claramente lo que pensaba.

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