Con negritas

Una victoria pírrica que divide a CEOE

Gerardo Díaz Ferrán obtuvo ayer una pírrica victoria en el pulso que mantiene con la vieja guardia de CEOE desde poco después de su llegada a la presidencia, hace ahora año y medio. Logró el apoyo suficiente de la Comisión Ejecutiva para mandar a su casa a JUAN JIMÉNEZ AGUILAR, secretario general durante el último cuarto de siglo y albacea de la herencia del anterior presidente, JOSÉ MARÍA CUEVAS. Pero eso lo ha conseguido a costa de dejarse muchos pelos en la gatera, acrecentando la nómina de sus enemigos, que seguramente le procurarán más de un sobresalto en lo que le resta de mandato.
Una tercera parte de los miembros de la Comisión Ejecutiva (12 de 36) votó en contra de la destitución de
Jiménez Aguilar, lo que abre una brecha de incalculables consecuencias dentro de CEOE y augura serios obstáculos para Díaz Ferrán en su empeño por liquidar a la vieja guardia. Una vieja guardia que, por lo visto ayer, ha quedado en franca minoría, aunque todavía controla importantes resortes de poder, no sólo en el aparato burocrático, sino también en organizaciones influyentes como
Cepyme o la Confederación de Empresarios de Andalucía.
Del nivel que puede alcanzar esta refriega es buena muestra un incidente ocurrido el martes, tras anunciarse la inminente defenestración de Jiménez Aguilar. El máximo responsable de la patronal de la pequeña y mediana empresa, Jesús Barcenas, intentó desactivarla in extremis con unas duras declaraciones. El presidente de la patronal madrileña CEIM, el restaurador ARTURO fERNÁNDEZ, que es cuñado de Díaz
Ferrán, lo frenó en seco con la velada promesa de causarle problemas internos si no se avenía a razones. El temor a este tipo de represalias probablemente explique la disidencia de algunos componentes de la Comisión Ejecutiva con cuyo apoyo contaba el secretario general y que cambiaron de bando sin importarle siquiera que Cuevas estuviera presente en la reunión a pesar de que nadie lo había invitado.
CEOE, en cualquier caso, debe despejar ahora una importante cuestión. La Junta Directiva no llegó a refrendar ayer el relevo de Jiménez Aguilar acordado previamente por la Comisión Ejecutiva, debido a la ausencia del interesado, que hubo de ser evacuado a su domicilio después de
sufrir un desmayo.

El fondo y la forma
El resultado de la votación en el seno de la Comisión Ejecutiva sobre Jiménez Aguilar debe tomarse con cautela. No todos los que votaron a favor de su destitución están de acuerdo con las reformas a las que se oponía el secretario general. Y, por otra parte, entre quienes rechazaron la propuesta de Díaz Ferrán, hay muchos partidarios de que CEOE abandone la senda por la que históricamente ha transitado.

¿Quién debe pilotar los cambios?
Esos dirigentes consideran que la patronal necesita una
refundación, más acorde con los tiempos que corren y en la que pese menos la mastodóntica burocracia que guía sus destinos. Cosa distinta es que, según ellos, la persona adecuada para capitanearla sea Díaz Ferrán, cuyo perfil y dedicación tiene poco que ver con la mayoría de los líderes empresariales. De ahí que la idea de un adelanto de las elecciones, previstas para 2010, gane adeptos cada día que pasa.
Un presidente contestado
Díaz Ferrán ha recibido ya varios rapapolvos por sus pronunciamientos públicos sobre asuntos que no han sido abordados por los órganos de gobierno de CEOE. Algunos de sus compañeros le afearon el apoyo público que prestó a PEDRO SOLBES poco antes de las elecciones generales del 9 de marzo. También lo han criticado abiertamente por la presunta
tibieza con que juzgó la reacción del Gobierno en los primeros meses de la crisis económica.

Más Noticias