Con negritas

Un paso decisivo hacia la gran caja vasca

La fusión de la Bilbao Bizcaia Kutxa (BBK) y de la Kutxa de Gipuzkoa, que alumbrará una nueva caja de ahorros, la tercera mayor de España por beneficios y la sexta por activos, satisface una vieja aspiración del PNV, más acuciante si cabe desde que el BBVA renunció a su condición de referente financiero del nacionalismo vasco. Esa satisfacción, sin embargo, no es completa porque ha quedado fuera la Vital de Álava, controlada por los socialistas (tiene al frente a GREGORIO ROJO, hermano del presidente del Senado), que prefieren dejarla al margen de momento, a la espera de lo que ocurra en las elecciones autonómicas previstas para el primer trimestre del año próximo. Si entonces los resultados propician una negociación entre el PNV y el PSE para la formación de Gobierno, cosa harto probable, la baza de la Caja Vital puede tener su importancia.

La fusión ha recibido el visto bueno de los respectivos consejos de administración, pero requiere también el consentimiento de las asambleas generales, que sobre el papel son los órganos soberanos para tomar una decisión de esta naturaleza. El respaldo de la asamblea de la BBK parece garantizado, toda vez que en ella cuentan con apoyos suficientes (dos tercios) el PNV, EA y CCOO, sindicato partidario a la operación. En el caso de la Kutxa de Gipuzkoa, sin embargo, la suma de PNV, CCOO, EA, EB, Aralar y la central Pizkanaka Kaskari arroja 66 votos, uno menos de los necesarios, por lo que se abre un compás de espera que los promotores de la fusión confían en cerrar favorablemente a sus intereses.

Se da la circunstancia de que la más beneficiada de este matrimonio será probablemente la Kutxa, que aporta un 40% del volumen conjunto y cuyo elevado riesgo inmobiliario quedará diluido en la nueva sociedad. De hecho, su presidente, XABIER ITURBE, ha aceptado ser el número dos de la futura Caja de Ahorros de Euskadi, cediendo el primer puesto a su colega de la BBK, XABIER DE IRALA, que fue fichado en 2003 para sustituir a JOSÉ IGNACIO BERROETA con el objetivo, entre otras cosas, de allanar el camino hacia una fusión que en aquel momento parecía más cercana de lo que en realidad estaba. De todas formas, hay muchas posibilidades que, en un plazo razonable, la responsabilidad de la gestión recaiga en otras manos.

El delfín

Quien cuenta con más papeletas para pilotar en un futuro próximo la Caja de Ahorros de Euskadi es IGNACIO SÁNCHEZ ASIAÍN, mano derecha de Irala, que lo nombró director general de la BBK, con poderes equivalentes a los de consejero delegado, a principios de este año. Sánchez Asiaín había trabajado durante un decenio para el BBVA, banco que presidió su padre antes de la fusión con Argentaria. Formó parte también de la empresa de consultoría Oliver & Wyman.

Cartera industrial
La Caja de Ahorros de Euskadi aglutinará la segunda mayor cartera industrial del sector, precedida sólo por Criteria, el holding de La Caixa. Entre sus participaciones figuran Iberdrola (7,2%), la empresa de material ferroviario CAF (17%), el operador de telefonía Euskaltel (56,1%), Petronor (14%), Enagas (5%) y Red Eléctrica Española (2,2%). Además, BBK y la Kutxa controlan juntas un 24,5% del capital del capital del Guipuzcoano, lo que las convierte de lejos en el principal accionista del banco.

ELA y LAB
Una de las incógnitas de la fusión es la postura que adoptarán los sindicatos ELA y LAB, firmes defensores de que Caja Vital se sume a ella. No obstante, hay quien apunta a que sus reticencias obedecen en realidad a que, con la unión de la BBK y la Kutxa de Gipuzkoa, perderían peso a favor de CCOO, que sería la central más representativa en el conjunto de la nueva sociedad, con las consiguientes ventajas.

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