Con negritas

El peso extranjero en las eléctricas

Con el inminente desembarco de GAS NATURAL en UNIÓN FENOSA y de ENEL en ENDESA culminan dos grandes operaciones corporativas que van a trastocar de forma notable el mapa eléctrico español que actualmente conocemos.

Gas Natural tiene ya en su poder más del 60% de Unión Fenosa, después de haber adquirido de dos tacadas el paquete de ACS y un buen puñado de acciones en el mercado durante los últimos meses. Aunque todavía debe sustanciarse la opa sobre el resto del capital, nada puede frenar ya la fusión entre ambas compañías, que cuenta incluso con el beneplácito de los reguladores, de la Unión Europea y del Gobierno. Cuando se materialice, el grupo resultante pasará a ocupar el tercer puesto dentro del ránking nacional, justo por detrás de Endesa.

Esta compañía, que durante bastante tiempo retuvo el liderazgo del sector, ha retrocedido una posición debido al creciente empuje de IBERDROLA y a la drástica cura de adelgazamiento de la que ha sido objeto desde la última vez que cambió de propietario, en 2007. La venta de un trozo a la alemana EON, primero, y el desgajamiento ahora de su negocio de renovables en beneficio de ACCIONA han desdibujado el poderoso perfil que Endesa tenía en 2005, el año en que Gas Natural intentó comprarla sin éxito.

Aquel fallido asalto supuso el disparo de salida de una reñidísima carrera por el control de la que todavía era la primera eléctrica española y que, en realidad, terminará el cercano día en que los italianos de Enel pasen a dominarla definitivamente. Tomará cuerpo entonces el augurio de que Endesa acabaría en manos extranjeras y sería una pieza más de la interminable partida que los gigantes europeos de la energía disputan sobre el vasto territorio continental.

Pero no es Endesa la única que ha perdido su españolidad recientemente. La cuarta y la quinta del ránking, CANTÁBRICO y VIESGO, pertenecen respectivamente a la portuguesa EDP y a EON. De tal modo que, del top five eléctrico, sólo Iberdrola y Gas Natural conservan a fecha de hoy su carácter nacional, aunque está por ver qué puesto ocupa Acciona, llamada a desempeñar un papel relevante tras anexionarse los activos verdes de Endesa como parte del pago por su 25% de la empresa, que se sumará al 67% que atesoraba Enel desde hace casi dos años.

De Estado a Estado

Se da la circunstancia de que los grupos europeos que han sacado provecho del sector eléctrico español son, al menos parcialmente, de titularidad pública. Es el caso de Enel, lo que ha dado lugar a alguna curiosa paradoja, como que Endesa, privatizada en España, haya vuelto a estar controlada por un Estado, sólo que ahora extranjero. Aunque los italianos eran sus principales accionistas desde 2007, se habían guardado las apariencias delegando la gestión en Acciona.

¿Un español al frente de Endesa?

Para atenuar los efectos adversos de ese cambio, es probable que la cara visible de Endesa sea de momento Rafael Miranda, que puede ceder a un italiano su puesto de consejero delegado y obtener a cambio otro de carácter representativo. Miranda, veterano ejecutivo de la compañía, ha actuado como persona de confianza de Enel y, en condición de tal, ha tenido que bregar con José Manuel Entrecanales, que ha ejercido a fondo los poderes que Acciona tenía en Endesa pese a ser el socio minoritario.

Conflictos a la italiana

Enel, por cierto, va a intentar pescar en el río revuelto de la otra gran operación energética en curso: la fusión de Gas Natural y Unión Fenosa. Los italianos son socios al 50% de esta última en EUFER, una empresa que canaliza sus inversiones en renovables tanto en España como en Portugal. Con el pretexto de la fusión, Enel pretende hacerse con el 100% de Eufer, caso parecido al que ha planteado otra italiana, ENI, con Unión Fenosa Gas.

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