Con negritas

El indisimulado control de Iberia

Si a alguien le cabían dudas de quién anda detrás de los recientes  movimientos en Iberia, MIGUEL BLESA se ha encargado de despejarlas con la designación de ALBERTO RECARTE como tercer representante de Caja Madrid en la aerolínea española de bandera.

Recarte forma parte del surtido ramillete de consejeros de la institución financiera que son afines al PP, cuando no militantes en activo, muchos de los cuales accedieron al cargo por expreso deseo de ESPERANZA AGUIRRE, tras obtener ésta a la presidencia de la Comunidad de Madrid hace ya cinco años.

En el grupo figuran también dirigentes del partido caídos en desgracia (por ejemplo, RICARDO ROMERO DE TEJADA) o que quedaron fuera de juego a causa de la inesperada derrota electoral del 14 de marzo de  2004, cual es el caso de MERCEDES DE LA MERCED, ESTANISLAO RODRÍGUEZ PONGA y JOSÉ MANUEL FER­NÁNDEZ NORNIELLA.

Recarte, por añadidura, tiene la misma extracción ideológica que el locutor de cabecera de la presidenta de la Comunidad de Madrid, FEDERICO JIMÉNEZ LOSANTOS, con quien comparte tertulias radiofónicas y negocios, pues ambos son socios fundadores de Libertad Digital, desde donde se suministra sin descanso munición intelectual a la derecha que Aguirre representa.

Pero Blesa no sólo ha confirmado lo que para la mayoría era más que una sospecha, sino que aprovechó también la última reunión anual del consejo de administración de la compañía para marcar su territorio haciendo un alarde de fuerza.

Sin el menor recato, negó las cuentas a los inversores reunidos en torno a Gala Capital, pese a que entre ellos hay gente tan principal como MANUEL JOVÉ o ALICIA KOPLOWITZ, a quienes no ha dejado otra alternativa que acudir a las bravas al mercado para cosechar las acciones que sin duda hubieran preferido adquirir por las buenas, aunque es poco probable que lo hagan por el desgaste inherente a cualquier operación hostil y porque no resultaría fácil ni barato encontrar la financiación necesaria.

Así las cosas, como titular del 23% del capital y por los 500 millones que le costaron las participaciones del BBVA y de Logista, Blesa va a ser dueño y señor de Iberia para regocijo de la "lideresa", pero ha dejado con un palmo de narices a los pequeños accionistas que se habían hecho a la idea de una buena venta.

Acotación

Si finalmente Gala Capital tira la toalla, será el segundo abandono que se produce en la puja por Iberia, después de que el consorcio formado por British Airways y Texas Pacific Group diera marcha atrás al conocerse que Caja Madrid se había convertido en socio de referencia.

Descartada Air France-KLM, que ha preferido centrarse en la compra de Alitalia, sólo queda ya por conocer la decisión del grupo de inversores acaudillado por MIGUEL ZORITA, JAVIER SALAS y JOSÉ MARÍA CASTELLANO y si Lufthansa mantiene su propósito de entrar en liza cuando la cotización baje hasta los tres euros, de los que la acción de Iberia está cada vez más cerca.

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