Con negritas

Una nueva oportunidad para las cajas vascas

Poco más de dos años después de que se fuera al traste el último intento de crear una gran caja vasca, la BBK y Vital están sopesando la posibilidad de fusionarse. No a la manera tradicional, sino mediante un SIP que les permitiría mantener en la medida de lo posible el arraigo en sus respectivos territorios naturales: Vizcaya y Álava.

Si la operación fracasada en noviembre de 2008 fue una iniciativa del PNV, que entonces gobernaba Euskadi, ahora el promotor ha sido el Banco de España. Aunque salió airosa de las pruebas de esfuerzo y no hay reservas sobre su solvencia, Vital, con alrededor de 9.000 millones de euros en activos, es una entidad demasiado pequeña.

Eso juega claramente en su contra a la hora de acudir en solitario a los mercados y, en tiempos de carestía como los actuales, le obliga a captar recursos a un precio muy alto. De ahí el interés expresado en público y en privado por el nuevo presidente de Vital, CARLOS ZAPATERO, para llegar a acuerdos que le permitan ganar tamaño.

En ello ha contado con el decidido apoyo de MIGUEL ÁNGEL FERNÁNDEZ ORDÓÑEZ, que está insatisfecho con el alcance de la reordenación de las cajas. El gobernador predica allá donde va que queda todavía bastante camino por delante si se pretende despejar las dudas que persisten sobre el sector, dentro y fuera de España.

Su llamamiento lo ha atendido la BBK, bien que con muchas reticencias, por miedo a llevarse otro chasco como el de hace dos años, cuando políticos de diverso signo arruinaron su matrimonio con la Kutxa. El equipo dirigido por MARIO FERNÁNDEZ, además, tiene ante sí el reto nada desdeñable de digerir la absorción de la quebrada Cajasur.

En beneficio de un acuerdo entre la BBK y Vital opera el hecho de que los grandes partidos vascos lo vean con buenos ojos, contrariamente a lo ocurrido en ocasiones anteriores. Para el PNV sería de todo punto inadmisible que Vital tuviera que buscar aliados en otros lugares, mientras que el PSE y el PP saben que su pacto de gobierno les permite monitorizar el proceso.

La que no parece estar por la labor de unirse con la BBK y con Vital, al menos de momento, es la Kutxa, cuyo presidente, XABIER ITURBE, prefiere continuar en solitario. Aunque, según están las cosas, probablemente su emparejamiento sea sólo cuestión de tiempo.

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