Con negritas

Dos viejas glorias de las cajas gallegas

Los antiguos presidentes de Caixanova y Caixa Galicia no sólo van a pintar poco en el banco nacido de su fusión, sino que ni siquiera se sentarán a partir de ahora en el consejo. JULIO FERNÁNDEZ GAYOSO y MAURO VARELA han decidido renunciar a ese privilegio después de que les estallara en las manos el escándalo de las jubilaciones de oro. Sí continuarán al frente de Novacaixagalicia, aunque puede resultarles difícil retener por mucho más  tiempo los cargos que allí todavía conservan.

El repliegue de Gayoso y Varela estaba cantado, habida cuenta de los graves problemas que se escondían detrás de la lustrosa fachada de sus respectivas entidades. Esos problemas han obligado a movilizar la friolera de 3.600 millones de euros procedentes del FROB, que a cambio es ahora titular del 93% del capital del banco. Novacaixagalia se ha quedado con el 7% restante y, por tanto, con una capacidad de influencia mínima sobre el instrumento encargado de gestionar su antiguo negocio financiero.

En este contexto, las prejubilaciones de oro son el empujón que faltaba para que Gayoso y Varela quedaran fuera de juego. Pero, aun siendo grave, lo peor no es que ambos hubieran consentido que cuatro de sus directivos fueran recompensados con más de veinte millones de euros en el momento de irse a casa. Lo que resultaba insoportable era que participaran en el gobierno corporativo del banco tras haber hundido sus propias cajas.

Gayoso y Varela (que está expiando culpas del jubilado JOSÉ LUIS MÉNDEZ, verdadero factótum de Caixa Galicia durante tres décadas) tendrán que conformarse ahora con administrar los restos del naufragio. Por imperativo legal, al no controlar su banco, Novacaixagalicia está condenada a convertirse en fundación y puede que en un cascarón vacío, sobre todo si la otrora poderosa obra social muere por inanición, como parece.

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