Punto de Fisión

Mujeres extremadamente moderadas

Mujeres extremadamente moderadas
A la izquierda, la presidenta del PP de Extremadura, María Guardiola; en el centro, el portavoz político de Vox, Jorge Buxadé y la nueva presidenta del Parlamento de Aragón en la XI Legislatura, Marta Fernández Martín; a la derecha, la nueva presidenta de las Cortes de Valencia, Llanos Massó. Imágenes de Europa Press

La derecha española está viviendo un momento de gloria con la reposición de diversas teleseries que recuerdan el éxito de las pasadas elecciones autonómicas y prefiguran el posible triunfo en las generales. Primero fue Verano azul en una versión de secano hecha con arena de obra y ahora una adaptación libre de Sexo en Nueva York con una serie de conflictos sentimentales trasladados a Elche, a Aragón, a Extremadura y a las Cortes Valencianas. Más o menos, cada capítulo narra la misma historia: el amor pepero que vence los escrúpulos de tener que acostarse con una señora de ideas medievales, machista, clasista y homófoba, más antigua que los rodapiés de las cuevas de Altamira. Podría llamarse Sexo en Aragón, por mantener la rima, pero lo bueno es que la vamos a ver repetida en todas España. Es una historia de amor, sí, de amor al dinero, como siempre.

Al igual que en todas las historias, aquí también hay planteamiento, nudo y desenlace. El planteamiento consiste en el paripé con que los líderes del PP representan el pudor, la desgana, incluso el asco de tener que compartir legislatura con estas neandertales extraídas del reino visigodo: un teatrillo en el que anuncian las líneas rojas que no van a pisar de ningún modo antes de dar un salto e instalarse de lleno en el Medievo. La nueva presidenta de las Cortes Autonómicas en Aragón, Marta Fernández, de Vox, lanzaba hace dos años este mensaje a las feminazis: "Sois las nietas de los cristianos que echaron a los moros de la península para que pudierais pasear en tetas por la calle". Un mensaje sumamente arriesgado teniendo en cuenta que el apellido Abascal suena a moro por los cuatro costados y que quien lo lleva tiene una pinta de jeque árabe al que sólo le falta el turbante.

Consciente de que éste y otros pensamientos de mierda similares podían suponer un lastre en su fulgurante carrera política, Marta Fernández decidió borrarlos de las redes sociales, aunque borrarlos de su cabeza ya era más difícil. No es la excepción sino la regla, ya que las Cortes Valencianas serán presididas a partir de ahora por una señora, Llanos Massó, célebre por su labor en la cruzada antiabortista de Hazte Oír y su furibunda lucha contra la igualdad de género y el adoctrinamiento sexual en las escuelas. Massó es diplomada en Ciencias Religiosas por el Instituto de Ciencias Religiosas de la diócesis de Castellón, lo que da una idea del adoctrinamiento sexual que predica la buena señora. Cómo sería de descarado el empujón que la encumbró al liderazgo de Vox en Castellón que hasta cinco cargos del partido dimitieron espantados, incluyendo al concejal de Benicàssim, quien comparó la maniobra con "acciones dictatoriales de otros tiempos y con actitudes inmorales propias de los sátrapas". El pobre hombre todavía no se había dado cuenta de que estaba en Vox.

Hay muchos más ejemplos, pero quizá ninguno represente mejor el nudo del conflicto moral que supone pactar con la extrema derecha que el caso de María Guardiola, quien hace menos de una semana aseguraba que no podía dejar entrar en el gobierno de Extremadura "a quienes niegan la violencia machista", convocando una Junta Directiva y Autonómica que se ha apresurado a aplazar con el fin de allanar el camino de Feijóo a la Moncloa. Es un repliegue estratégico muy en la línea del Batallón Wagner de camino a Moscú, cuando su jefe decidió que era mejor tomarse unas vacaciones en Bielorrusia a la espera de un cóctel de polonio. Dicen que la política hace extraños compañeros de cama, pero PP y Vox son primos hermanos y la versión de Sexo en Nueva York que protagonizan en varias comunidades españolas estas mujeres extremadamente moderadas no es más que un adelanto del incesto en masa que se está preparando tras las elecciones generales. Próximamente en sus pantallas, Feijóo y Abascal sin condón. No se lo pierdan.

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