De lunes

Setenta y cinco años de vacaciones

Un verano, una pareja paseaba por la playa de Gerra (entre Comillas y San Vicente de la Barquera, Cantabria) cuando se encontraron con un conocido acompañado por un señor redondo, con bigote, buen lustre y empaque de los de toda la vida. En el momento de las presentaciones, a la pareja le fue imposible pasar por alto el sonoro apellido, tan vinculado a la dictadura franquista. Por seguir la convencional conversación, el paseante preguntó al del empaque: "¿Y tú desde cuando llevas aquí?, "¿Yo? Desde el 18 de julio del 36" respondió con gracejo y saboreando el efecto de la respuesta sobre el otro, de quien conocía sus ideas izquierdistas. Sin duda, había utilizado la broma -pero cierta- en otras ocasiones. Todos rieron la anécdota, tal era la distensión del momento, mediados los años 80.

El 18 de julio del 36, Ángel Ossorio -democristiano y monárquico, que apoyó la República- escribía en La Vanguardia:"Barbaremente escindida, la sociedad española tiene dos pesas y dos medidas para apreciar la tragedia que nos aflige. Si cae muerto un militante de la derecha, solo se estremecen sus correligionarios. Si la víctima es de la izquierda, únicamente se sublevan los suyos. Dios me perdone si advierto que en cada caso la indiferencia del adversario toma caracteres de regocijo".

Quizá la broma compartida por los paseantes playeros hoy no cayera con igual sintonía sobre la arena, pero cuando hay un muerto la tragedia aflige a todos ¿o no?. Lo de que "en cada caso, la indiferencia del adversario toma caracteres de regocijo" la oposición lo aplica cuando los mercados o la economía española se hunden. Algo hemos andado en 75 años.

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