Dominio público

¿Dónde está la propuesta feminista de Feijoó?

Ana Bernal Triviño

El líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, vuelve al hemiciclo del Congreso de los Diputados, tras la pausa de la primera jornada del debate de investidura. REUTERS/Juan Medina
El líder del PP, Alberto Núñez Feijoo, vuelve al hemiciclo del Congreso de los Diputados, tras la pausa de la primera jornada del debate de investidura. REUTERS/Juan Medina

Ya ha quedado registrado, en el diario de sesiones del Congreso, el discurso de investidura de Feijoó. La igualdad ha sido tratada casi al final del discurso, y resuelta en solo siete líneas. 

¿Qué proyecto presentó para las mujeres? En el primer párrafo mencionó la falta de respuesta ante las asesinadas. Luego la ley del sí es sí y sus excarcelados. En el párrafo siguiente citó la cifra de asesinadas e hijos e hijas huérfanas. Y, cuando parecía que llegaba su propuesta ante el problema, dijol: "¿Qué se está resolviendo al señalar al culpable en uno u otro partido o directamente en todos los hombres?" Y fin.

Eso de que se señala a todos los hombres fue un Not all men en toda regla en sede parlamentaria. Tienen un problema quienes sostienen esta idea, pues hay hombres que no se sienten ofendidos ante una realidad puramente estadística y científica.


Sobre señalar como culpable a otro partido tiene razón en que las víctimas están muy cansadas del partidismo. Pero justo ayer recurrió él mismo al partidismo ante la falta de propuestas feministas. Sobre todo cuando los datos y la historia no acompañan en su partido o hay notables contradicciones.

Sobre la ley del sí es sí parece no recordar a los violadores o agresores que salieron en 2015 bajo la reforma del Código Penal, solo frenado a tiempo por un Tribunal Supremo, que entonces dijo que en este caso daba igual que se hubiesen olvidado de la transitoria. 

Feijoó ha querido mostrarse firme frente a los datos de violencia machista pero, ¿hay credibilidad cuando eres el líder de un partido socio del negacionismo de la violencia de género de Vox? El mismo que no respeta a las víctimas en los minutos de silencio.

Dicen desde el PP que Sánchez dice una cosa y luego otra sobre la posible amnistía. Ahí están las declaraciones. Lo que ocurre es que para dar ejemplo antes hay que revisarse y pronto han olvidado que en plena campaña, Borja Sémper, decía aquello de "lo mejor para mi país es que Vox no esté en el futuro Gobierno de España". Esté o no esté, su apoyo lo tiene. Y el ámbito autonómico y local ya hemos visto que gobiernan. A no ser que piensen que el tema de "las mujeres" es un tema menor, por aquello de los "divorcios duros" que Feijoó considera aunque haya una sentencia por malos tratos.

Da la sensación del uso del tema de la igualdad como una moneda de cambio. En la política queda mucho machismo por barrer, incluso dentro de ella misma. En plena campaña, Feijoó dijo aquello de "de maquillaje sabe mucho" a Yolanda Díaz. La misma mujer de la que hace unos días Alfonso Guerra se burló de por ir a la peluquería.  Parece molestar que las feministas podamos ir peinadas o maquilladas o vestidas con una chaqueta, porque rompemos su estereotipo. Por fortuna, aquí, en España, las peluquerías son aún espacio de encuentro para mujeres. En otros países reaccionarios, como Afganistán, esas peluquerías cerraron para que las mujeres no puedan acudir en uno de los pocos lugares públicos donde aún podían. Entre el extremo de prohibir y el extremo de ridiculizarnos hay una mirada machista común.

Poco nos pasa viendo cómo los propios políticos o cargos representativos han tratado a sus compañeras políticas estos años anteriores. Como cuando Matías Llorente, por entonces viceportavoz del PSOE en la diputación de León expresó "en nuestro grupo nadie ha dedicado un euro a arreglarse el felpudo".  Cuando León de la Riva, como alcalde de Valladolid, dijo de la ex ministra Leire Pajín que es "cada vez que veo esa cara y esos morritos pienso lo mismo, pero no lo voy a decir". O definió a Carme Chacón como "señorita Pepis vestida de soldado". Cuando García Page dijo de Cospedal que "no tengo claro que sepa pasar la aspiradora". Cuando Arias Cañete, ex ministro de agricultura, dijo que "el debate con una mujer es complicado. Si demuestras superioridad intelectual o la acorralas, es machista", frente a su rival Elena Valenciano. O cuando dijo  "el regadío hay que utilizarlo como a las mujeres, con mucho cuidado, que le pueden perder a uno". Tampoco hace falta ser hombre, cuando Toscano, de Vox, dijo a Montero, "el único mérito que tiene usted es haber estudiado en profundidad a Pablo Iglesias". Por no olvidar el boli en el escote de Aznar a nuestra compañera Marta Nebot.

Nos faltaría artículo para más ejemplos. Lo que evidencia la cantidad de machismo sin complejos estos años. Si son capaces de decirlo públicamente, ¿qué dirán en privado? Por sus políticas hacia la mujer también los conoceréis. 

Entre ellos nunca se dicen estas cosas, porque tienen su pacto entre caballeros. Ojalá una legislatura donde no se use a las mujeres como un pin para llevarse un premio. Ojalá una legislatura donde criticar o cuestionar a las mujeres por sus ideas o argumentos, no con alusiones personales. Porque si caen en esto pierden la razón. Salvo cuando eres machista, que estás convencido del desprecio. Ojalá una legislatura en la que seamos algo más que siete líneas y que acabemos ninguneadas con pactos con un Vox que no respeta ni a las víctimas.

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