Jose A. Pérez

Abróchense los cinturones

Hace un par de años, el humorista norteamericano Jimmy Kimmel trasladó su show a un autobús. Mientras recorría Los Angeles en plena noche, Kimmel hizo su monólogo, sus entrevistas e incluso presentó una actuación musical dentro del vehículo.

Ahora, el equipo de Buenafuente ha decidido llevar esa misma idea un poco más arriba. Buenafuente en un avión (de Vueling, para más señas). Según me cuentan extrabajadores de El Terrat, esta idea pululaba por la productora desde los tiempos en que el programa se hacía en Antena 3. De modo que la pregunta es, ¿por qué ahora?

El auténtico motivo, como sin duda entenderás, me importa un pimiento, así que prefiero especular, que siempre es más divertido. Y especulo que este golpe de efecto se debe a la crisis económica. La industria televisiva, tambaleante en estos momentos, se une a otra aún más flagelada por la pandemia crediticia: la aviación. El resultado sólo podía ser despegues retransmitidos o shows aéreos.

No es mala idea ésta de unir sectores económicos aparentemente desvinculados. Claro que tampoco esto es innovador; ahí está Camps, uniendo política y espectáculo, y Bibiana Aído, mezclando ciencia con merinas.

En fin. Abróchense los cinturones. Cuando la crisis aprieta, la imaginación vuela. Aunque sea en low-cost. Síndrome de los tiempos.

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