Merienda de medios

El aborto libre y los buitres

Tras incumplir su promesa electoral en 2004 y consentir que las interrupciones del embarazo sean rarezas en el sistema sanitario público –o, sencillamente, no se practiquen en autonomías gobernadas desde tiempo inmemorial por los socialistas–, después de asistir a la persecución judicial de algunas mujeres y al acoso a clínicas privadas, el Consejo de Ministros vio ayer, por fin, el informe de los expertos que aconseja que el aborto sea libre en las primeras 14 semanas y hasta las 22 en caso de riesgo para la madre o de malformaciones fetales. En su tribuna de ayer en El País, la ministra Aído (o su escriba) ha dicho una de las pocas frases inteligentes que podrán atribuírsele: "¿Por qué ahora?, me preguntan. ¿Y por qué no?, puede responderse".

El informe recomienda que las mujeres puedan abortar sin el permiso de los padres a partir de los 16 años, y eso ha sublevado al tebeo de Marhuenda: "Si a una niña de 16 años se le supone tan madura como para abortar sin el permiso paterno, ¿por qué no se la deja votar? Más aún, ¿por qué se le exige el permiso de los padres para operarse de apendicitis y no para el aborto?". La respuesta la ofrecía en Punto Radio el juez Ventura Pérez Mariño: "Quien va a tener el hijo es esa niña de 16 años; y lo va a tener para siempre. No lo va a tener ni su padre, ni su madre".

Otra era la preocupación de Casimiro García Abadillo, viceramírez de El Mundo, a quien le desazonaba especialmente que ninguna mujer vaya a acabar en prisión aunque incumpla la ley: "Si esto es así, yo lo que quiero es que al ser humano se le declare especie protegida, porque si pisas un huevo de buitre leonado puedes ir a la cárcel, pero si una mujer aborta a los ocho meses en un supuesto de ilegalidad no le pasa nada. Esto es absurdo", explicaba en Onda Cero. ¿Habrá pisado Abadillo algún huevo?

La modificación de una ley que tiene más de 25 años y que juzga a las mujeres como delincuentes salvo en determinados supuestos inquieta al columnismo más diestro, que cree que el PP entrará al trapo de este miura del brazo del cardenal más cercano, como viene siendo habitual. "Se trata de una trampa y de un planteamiento legislativo inoportuno que enfrentará concepciones que no son sólo ni principalmente ideológicas sino fundamentalmente éticas..", afirmaba José Antonio Zarzalejos en Estrella Digital.

La vida y sus colores

¿Sorprendidos? Pues lean el fragmento de este artículo colectivo: "Honremos, cantemos a la vida en todas sus formas y colores, en todas sus manifestaciones (...). Hagamos los posibles y los imposibles para que no se consuma ningún aborto (...), pero respetemos la última palabra de ellas". Lo publicaba ayer Gara. Estarán conmigo en que el arranque es impagable.

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