Otras miradas

¿Por qué China no tolera la visita de Nancy Pelosi a Taiwán?

Yao Fei

Diplomático chino y observador de temas internacionales

La presidenta de la Cámara de Representantes de EE. UU., Nancy Pelosi. -EFE
La presidenta de la Cámara de Representantes de EE. UU., Nancy Pelosi. -EFE

Entre el 2 y 3 de agosto, la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, hizo oídos sordos a la fuerte crítica y la seria advertencia de China y realizó una visita sin anunciar a la isla de Taiwán de China, hecho que ha provocado reacciones enérgicas de ese país y llamó una amplia atención en el mundo.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de China, la Oficina de Asuntos de Taiwán del Comité Central del Partido Comunista de China, el Comité de Asuntos Exteriores de la Conferencia Consultiva Política Nacional de China hicieron sendas declaraciones al respecto. El Canciller chino, Wang Yi, y los voceros del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional y del Ministerio de Defensa Nacional de China dieron a conocer sus comentarios sobre la visita. Todos manifestaron su enérgica protesta contra la visita de Pelosi a Taiwán, y señalaron que lo que hizo Pelosi había violado abiertamente el compromiso establecido por la autoridad norteamericana en cuanto a observar la política de Una Sola China y no entablar ningún contacto de carácter oficial con Taiwán, y que constituyó una provocación política importante a China.

La parte china reiteró que el principio de Una Sola China es un consenso general de la comunidad internacional y una de las normas fundamentales que guían la relación interestatal, y reafirmó la determinación, la voluntad y la capacidad de China en la defensa de la soberanía nacional y la integridad territorial, y en el cumplimiento del objetivo de reunificar el país.

Las autoridades chinas adviertieron a Taiwán que dejara de promover la llamada Independencia Progresiva. También advirtieron a los Estados Unidos que no intentara aplicar la política de contener China con Taiwán ni apoyar las actividades separatistas de la isla.

Además, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China convocó urgentemente al embajador norteamericano y presentó protesta en un tono furioso poco escuchado anteriormente.

Las fuertes reacciones de China no se limitan a ser verbales, sino que se reflejan rápidamente en acciones. Se ha anunciado que el Ejército de Liberación Popular de China realizará una serie de maniobras militares con fuego real en el mar y aire alrededor de la isla de Taiwán entre el 4 y el 7 de agosto. Sin duda es una nueva advertencia tanto a las fuerzas secesionistas taiwanesas como a los Estados Unidos.

 ¿Porqué China no tolera la visita de Nancy Pelosi a Taiwan? Hay tres explicaciones.

Primero, Pelosi ha violado seriamente la soberanía nacional y la integridad territorial de China. Taiwan, desde tiempo muy lejano, forma parte del territorio chino. Tan temprano como en el siglo XVII, la Dinastía Qing de China ya comenzó a ejercer la administración sobre Taiwán. La isla permaneció bajo la colonización japonesa durante medio siglo, concretamente entre 1895 y 1945. Al término de la Segunda Guerra Mundial, de acuerdo con lo estipulado en la Declaración del Cairo y la Declaración de Postdam, China recuperó su soberanía en Taiwán. Cuando el gobierno de la República Popular China sustituyó al de la República de China en octubre de 1949, siendo el único gobierno legítimo de China, lógicamente el primero empezó a ejercer la soberanía en toda China incluyendo Taiwán. Esta vez, sin tener el permiso del gobierno chino y hasta con su firme rechazo, Nancy Pelosi insistió en visitar Taiwán, lo cual ha ido en contra de las normas básicas de la relación interestatal y se considera una ofensa seria a la soberanía nacional de China.

Segundo, Pelosi envió señal errónea a las fuerzas separatistas de Taiwán y aumentó la amenaza a la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán. La líder taiwanesa Tsai Ing-wen mantiene tercamente la posición independentista, no reconoce el Consenso de 1992, cuya esencia es Una Sola China, pregona abiertamente la tesis de Dos Chinas, ataca sin escrúpulos el principio de Un Páis, Dos Sistemas, practica la desinización en la isla, manipula la Independencia recurriendo a los supuestos recursos jurídicos, provoca intencionadamente el enfrentamiento entre ambos lados del Estrecho de Taiwan y practica las actividades secesionistas en el ámbito internacional en conspiración con las fuerzas foráneas antichinas. La visita de Pelosi podría dejar a la autoridad taiwanesa una ilusión del apoyo norteamericano a la Independencia de Taiwán, que sirve para estimular las actividades separatistas en mayor grado y en consecuencia producir unos incidentes de jugar con fuego que pondrán en amenaza la paz y la estabilidad de la región.

Tercero, Pelosi ha violado seriamente el principio de Una Sola China y los compromisos establecidos en las tres Declaraciones Conjuntas entre China y Estados Unidos. Hay una sola China en el mundo. Taiwán forma parte inalienable del territorio chino. El de la República Popular China es el único gobierno legítimo de toda China. Estos hechos quedan reconfirmados en la Resolución No. 2758 de la Asamblea General de la ONU aprobada en 1971. La autoridad norteamericana hizo compromiso bien claro en el Comunicado sobre el Establecimiento de Relación Diplomática con China: Los Estados Unidos Americanos reconocen el gobierno de la R. P. China como el único gobierno legítimo de China. En este marco, el pueblo americano mantendrá vínculos no oficiales en ámbito cultural, comercial y otros con el pueblo taiwanés. El Congreso de representantes, siendo una parte de la autoridad norteamericana, debe adherirse cabalmente a ese compromiso y no debe mantener ningún contacto de carácter oficial con Taiwan. El cargo que desempeña Pelosi ha pintado con marcado color oficial su visita a la isla, que ha violado desenfrenadamente el compromiso de su gobierno, significa un desafío brutal al principio de Una Sola China y ha causado nuevas e importantes molestias a la relación sino-americana.

La parte china ha descargado su enorme ira contra la provocación de Pelosi. Se supone que la protesta y la advertencia de China no son palabras dadas a la ligera y seguramente se convertirán en acciones concretas. Pelosi y las fuerzas separatistas de Taiwan pagarán el debido precio por sus actos ridículos.

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