Pato confinado

Receta de curry de gambas

Curry de gambas.
Curry de gambas.

La cocina asiática, además de saludable, suele jugar como un faquir con los clavos del sabor. Los realza hasta unos niveles insospechados en la gastronomía occidental. Más allá del picante, es como una partitura barroca capaz de subyugar cabeza y estómago, de multiplicar las capas en su ascenso sensual. La receta de curry de gambas es un claro ejemplo. Puro aroma, muy sana. El curry y la cúrcuma son especias con innumerables propiedades y se adaptan a la gamba como el sol al verano. Es un plato sencillo que se puede elaborar con ingredientes disponibles en muchos supermercados. Es recomendable usar leche de coco para que la inmensa Asia se despliegue sobre tus papilas, pero puede funcionar igualmente con crema de leche, algo más colonial o afrancesado. El curry sí que es indispensable en este plato. El resto es jugar con las especias al gusto (perejil o cilantro, un toque picante, pimentón dulce, comino, algo de garam masala, etc.)

Receta de curry de gambas

Curry.
Curry. Steve Buissinne en Pixabay.

Ingredientes 2 personas:

  • Ocho gambas o gambones pelados.
  • 2 cucharadas de curry.
  • Comino al gusto (opcional).
  • Pimienta negra o blanca.
  • 1 cebolla.
  • 2-3 cucharadas de tomate triturado.
  • Dos dientes de ajo.
  • 1 vaso de arroz basmati.
  • 1 lata de leche de coco.
  • 1 guindilla o pimienta de cayena.
  • Aceite de oliva virgen.
  • Sal.

Elaboración:

Se trata de crear una buena base con el sofrito. Debe ir bien cargada de curry y especias, aunque esto dependerá de tu paladar. Se le añade tomate triturado o rallado, y después, cuando todo esté guisado, la leche de coco. Se deja cocinando durante unos minutos hasta que la salsa se cargue bien de los aromas. Se añaden las gambas en la cocción final (el objetivo es que no salgan demasiado secas o hechas). Suele acompañarse de arroz basmati cocido, pero también puede ir con un cuscús de coliflor. Algunos cocineros le añaden un poco de caldo de pescado. Si utilizas gambones frescos o congelados, puedes sofreír antes las cabezas (aplastándolas) en el aceite donde realizarás el sofrito. Las gambas se guisan peladas. Si son grandes, puedes cortarlas por la mitad. También acepta langostinos. En función del cocinero se le hecha más tomate o menos, con un resultado, según el caso, de un naranja más intenso.

1. Haz el sofrito:

En una sartén saltea las gambas con aceite y un punto de sal para que coja sabor. Retíralas en cuanto agarren un poco de color y resérvalas. Añade a ese aceite los dientes de ajo y la cebolla bien picados. Puedes incluir además otros vegetales: pimientos, zanahoria, puerro, calabaza... cortados en dados pequeños. Cuando las verduras empiecen a estar pochadas, añade las especias: dos cucharadas de curry, media de comino, una guindilla de cayena, y una pizca de pimienta negra y sal. Echa el tomate rallado y deja que se guise durante unos cinco minutos. Si usas tomate natural, cuando empiece a secarse, puedes acompañarlo de un vasito de vino blanco (siempre vigilando que se evapore bien el alcohol con la cocción).

2. Crea la salsa curry con las gambas:

Cuando el tomate esté guisado, introduce la leche de coco, que lo cubra bien. Deja que se cocine y que reduzca hasta que esté algo espeso. Comprueba el punto de sal y de las especias, y rectifica si fuera necesario. Añade al final las gambas que habías salteado. Deben estar cocinándose alrededor de un par de minutos.  Espolvorea por encima cilantro o perejil picado. Deja que repose (aquí ganará sabor). Servir caliente.

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