Pato confinado

Receta de crema fría de guisantes a la menta

Crema fría de guisantes a la menta.
Crema fría de guisantes a la menta.

Nada más delicioso que utilizar los guisantes para hacer conjuros en la cocina. Son esféricos, bellos, y muy saludables. Esta sopa fría es nutritiva, colorida, llena de vida. El toque de la menta le da la gracia y la hace refrescante. Un poquito de patata (opcional) le regala textura, cuerpo. La nata líquida suaviza el conjunto. ¿El resultado? Un señor cuenco, un gran plato para pasar el verano con una sonrisa y sin miedo al calor.

Los guisantes que utilices pueden ser frescos o congelados, pero intenta que sean de cierta calidad. Usa caldo de verduras o pollo para que gane sabor. Se rehogan los ingredientes con el objetivo de que la crema sea algo más potente. Una vez terminada la sopa fría, decóralo con unas hojitas de menta para multiplicar el efecto.

Sopa fría de guisantes a la menta

Ingredientes 4 personas:

  • 450 gr. de guisantes congelados
  • 1 cebolla
  • 1 diente de ajo
  • 1 patata mediana
  • Un ramillete de menta
  • Una nuez de mantequilla
  • 1/2 litro de caldo de verduras o ave
  • Nata líquida
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Pimienta negra
  • Sal

Rehoga los vegetales:

  1. En una olla grande, calienta un poco de aceite de oliva a fuego medio. Agrega la cebolla picada y el ajo, y la patata cortada en dados, y cocínalos hasta que estén medio hechos y ligeramente dorados.
  2. Añade los guisantes, parte de la menta picada, echa sal, y rehoga por unos minutos
  3. Echa el caldo a la olla. Lleva la mezcla a ebullición y luego reduce el fuego a medio-bajo. Cocina durante unos 10-15 minutos, o hasta que los guisantes y patatas estén tiernos.
  4. Retira la olla del fuego y deja que la mezcla se enfríe un poco. Luego, transfiérela a una licuadora o procesador de alimentos.

Haz la crema de guisantes:

  1. Agrega más hojas de menta fresca a la licuadora, junto con la crema de leche. Tritura la mezcla hasta obtener una textura suave y cremosa.
  2. Vuelve a colocar la crema en la olla, echa un poco de mantequilla, y caliéntala a fuego medio-bajo durante unos minutos, removiendo constantemente. Asegúrate de no hervir la crema.
  3. Prueba la crema y sazónala con sal y pimienta al gusto. Si deseas una consistencia más líquida, puedes agregar un poco más de caldo.
  4. Una vez que la crema esté lista, transfiérela a un recipiente hermético y déjala enfriar en el refrigerador durante al menos 2 horas, o hasta que esté bien fría.
  5. Antes de servir, remueve la crema de guisantes fría y ajústala de sal y pimienta si es necesario. Sirve en cuencos individuales y decora con un chorrito de aceite de oliva extra virgen y hojas de menta fresca.

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