Vanguardia en tecnología: después de los analizadores de llanto, esos artilugios que juran descifrar si los bebés lloran por hambre, vicio o sobrecarga de pañal, llega Nacho Villa y se nos revela como una variante humana del aparatejo. Su especialidad, en este caso, es traducir a castellano de conveniencia los rituales abucheos a Zapatero en el desfile del 12 de octubre. Así habló el alevín de Zaratustra en su homilía matutina de COPE: "Los gritos de ayer no son gritos de protesta sin más, no es una pataleta. Son los gritos de la desesperación de millones de españoles ahogados por la crisis económica y angustiados por la situación en la que estamos inmersos". Claro, Villa, todos esos españoles ahogados y angustiados estaban en la parada militar. Son los que suelen ir a esas cosas.

El editorialista de ABC debió de comprar el interpretador de broncas en el mismo Todo a cien, porque su conclusión es calcada a la del zahorí episcopal. Dice sobre la pitada que "se trata de un fiel reflejo del estado de ánimo que provoca en muchos sectores la ineficacia del Gobierno y la sensación de que el presidente da prioridad al oportunismo partidista sobre las necesidades reales de los ciudadanos". Vamos, que era un abucheo cívico, sereno y razonado. Anda que...

Las vírgenes de Schlichting

Además de la ocasión para sacar a la calle los tanques y la cabra de la Legión (de nombre, Golfa, ejem), el 12-O es para los católicos el día de la Virgen del Pilar. Ante ella se postró Cristina López Schlichting para dedicarle en la web de COPE una carta que contenía fragmentos antológicos. Ahí va uno: "Virgen María, en España es hasta difícil nacer. Si vienes averiado -ciego, cojo o con síndrome de Down- te abortan y, aunque estés sano, las mujeres tienen cada vez más miedo a tener hijos y los hombres a menudo las abandonan". Está escrito, se supone, para conmover almas y corazones, pero la carcajada es inevitable.

Es lo malo de Frau Schlichting, que nunca se sabe cuándo está de broma y cuándo habla en serio. Su estilo de alumna de tercero de básica del Sagrado Corazón de María es el mismo, se dirija en lacrimógena prez a la Virgen del Pilar o -con presunta ironía- a ciertas vestales de su invención. Vean lo que se largó ayer en La mañana de COPE: "¡Oh, Bibiana; oh, Leire; oh, Mari Tere! Afortunadas vosotras, vírgenes vestales de Zapatero, que al menos podéis dar la vida por el gran dirigente". Cumbre, Cristina, cumbre.