La trama mediática

El Pellegrini del PP

Cómo cambian las cosas. Hace una semana, Mariano Rajoy era la implacable apisonadora de vicepresidentas económicas titubeantes. Hoy, con Cobo en el papel del Alcorcón, el de Pontevedra huele a Pellegrini a kilómetros. Hasta los ultrasur con pluma se acuerdan de sus muelas. Les va a costar creerlo, pero lo que viene a continuación lo escribió ayer en ABC Antonio Burgos: "Los papafritas del PP demuestran que es falsa la creencia de que con las cosas de comer no se juega. Los papafritas del PP juegan con las cosas de comer. Sobre todo con las suyas. Y bastante. Sobre todo con las cosas de comer ellos. Muchos de los cuales, como dijo aquel, han ido directamente del fracaso escolar al coche oficial". Demoledor.

Dirán que una golondrina no hace verano, pero en el cielo del diario madrileño de Vocento se oyen cada vez más graznidos similares. Miren lo que dejó escrito la nada sospechosa Edurne Uriarte: "Egoísmos, fragmentación, regionalismos, todo lo que impide el liderazgo nacional y la defensa de intereses nacionales. Éste es el cáncer del PP y no está nada claro que sus élites tengan la más mínima voluntad de ponerle remedio. A la hora de la verdad, no parece haber ni uno de ellos dispuesto a renunciar a su cuota de poder autonómico a cambio del reforzamiento del partido nacional". Dos avisos en un sólo día.

Martín Ferrand: 'El PNV traiciona a Arana'

Cambiemos de diana. El PNV ha vuelto a primera línea del despelleje por su apoyo a la nueva ley del aborto. De traicionar a España, el partido liderado por Iñigo Urkullu ha pasado, según tesis de Martín Ferrand en ABC, a ultrajar a su fundador: "Eso viene a ser una traición tan grande al espíritu fundacional del nacionalismo que, además de convertir en apóstata a Sabino Arana y de pisotear su memoria, hace saltar en pedazos lo de Dios, lo de la Ley Vieja y una tradición confesional de más de un siglo de vigencia".

¿Sorprendidos? Pues aún no han leído la carta que envió Cristina López Schlichting a la militancia jeltzale desde su púlpito en Cope: "Estimados señores y señoras de Bilbao, San Sebastián, Vitoria, paisanos del interior, católicos todos. Alucino en colores con su partido. Y estoy convencida, fíjense, convencida, de que los primeros traicionados son ustedes. De cristiano a cristiano les pido que tachen su voto del Partido Nacionalista Vasco. Vascos y vascas de bien, es su turno. De veras no me creo que vayan a apoyar esto". La carcajada aún resuena en los batzokis.

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