La trama mediática

Queremos tanto a Arnaldo

Balance mediático de Arnaldo Otegi en los últimos diez días: dos primeras páginas y media en El Mundo y otro par -una por cabeza- en ABC y La Razón, que ayer mismo salían a todo trapo con el entrullado líder (si es que sigue siéndolo) de Batasuna como reclamo. Con foto a tres cuartos de plana, el vetusto diario anunciaba un reportaje sobre el día a día entre rejas del moderno hombre del saco. "Así vive Otegi en la cárcel: libros y pesas", era el titular que en las páginas interiores mutaba en "Otegi, el amante de las pesas" y daba paso a un texto que desvelaba tremendas intimidades -es ironía- como esta: "A veces se le puede ver paseando por el patio en compañía de otros etarras, pero es más habitual que lo haga solo. Se relaciona con delincuentes no etarras de forma tan cordial como escasa, y eso sí no causa ni un problema".

Cubierto por su rival de la misma orilla el flanco del interés humano, La Razón optaba por un recurso, si cabe, más facilón. "Las víctimas contestan a Otegi", titulaba con tipografía XXL sobre una imagen concienduzamente preparada -luz, encuadre, maquillaje...- que convertía en espectáculo el genuino dolor de la hija de un militar asesinado por ETA. Innecesaria e interesada impostura. Si Otegi no existiera, mañana mismo lo inventaría el clan del kiosko cavernario. Vende mucho, por lo visto.

Schlichting se retrata

Entre tanto disimulo, se agradece que Cristina López Schlichting muestre sin recato el mecanismo de su sonajero ideológico. Primero lo expuso el lunes en su minifundio de Cope y para que no quedaran dudas volvió a dejarlo negro sobre blanco ayer en La Razón: "Hace doce años que conocí a George Bush en Tejas. Recuerdo su sombrero y sus botas y algunos puntos de vista originales para un europeo, entre otras cosas su insistencia en la pena de muerte que, como tantos norteamericanos, justificaba por razones económicas (es más barata que la cadena perpetua). Admiro a EEUU, envidio su patriotismo y su dinamismo social, su capacidad de favorecer al emprendedor y su respeto por la religión".

Hablando de religión y respeto, les regalo como fin de fiesta por hoy parte de otro ediorial de Cope llamándose andanas sobre la pederastia eclesial por vigesimoquinta vez: "Ha sido el mito de una sexualidad sin vínculos ni significado, convertida en mero instrumento para satisfacer un placer instintivo, el que ha abocado a esta verdadera patología social de nuestros días". Ya.

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