Qué suerte tiene el PSOE, que cuando está en tribulaciones recibe el auxilio desinteresado desde el otro lado de la barricada. "Rubalcaba ya es el favorito para suceder a Zapatero", echaba una mano La Razón a Ferraz desde su primera página con datos de su churrería demoscópica, NC Report. La presunta noticia compartía espacio en la portada con el temporal de frío, que se ilustraba con la fotografía de un coche en la nieve y este titular: "Y España tiritando". ¿A qué venía la innecesaria conjunción copulativa? Adivínenlo ustedes.

No le faltaba sustancia al ejemplar de ayer del periódico de la mancheta azul, que hasta se adelantaba 24 horas al día de los inocentes con esta proclamación de Cefas: "Don Juan Carlos desmontó las instituciones franquistas y renunció al poder que le otorgaban para ser un rey constitucional". Es buena, ¿eh? Pues la de José María Marco no le va a la zaga: "Como cada Nochebuena, el Rey volvió este año a dirigirse a los españoles directamente, sin intermediarios de ninguna clase".

Ni se molesten en argumentar a la contra, que ya lo hace desde las mismísimas huestes juancarlianas Carlos Dávila. Curioso cabreo lleva el director de La Gaceta por lo que, según él, le obligaron a largar al rey: "Es insufrible institucionalmente que, con la mayor de las desvergüenzas, el PSOE use el discurso de Navidad para refrendar la política de Zapatero. Eso es miserable y constitucionalmente bochornoso. Como diría un castizo: una cerdada". Abonado a la misma tesis del rey-teleñeco, José García Domínguez terminaba así su irritada columna en Libertad Digital: "A ver si lo descubren antes de que su liliputiense majestad nos declame de nuevo el programa del PSOE en solemne alocución".

Chismoso Vidal

Pónganse la escafandra, que estamos de vuelta en La Razón, con César Vidal dispuesto a llevarnos a lo más profundo de la cloaca con un chisme que lo retrata en toda su zafiedad. Cuerpo a tierra: "ZP no tiene más remedio que marcharse porque una de sus hijas góticas une a esa condición la de estar enamorada de un okupa". Y luego la fama se la lleva Belén Esteban.

Terminamos con un disgusto para los contrarios a la Ley Sinde. Comparten causa con Gabriel Albiac, que en ABC se preguntaba: "¿Quién puede ser tan animal que prefiera el cobro de derechos de autor a la presencia sin límite de los posibles lectores?" Tal vez alguien que, a diferencia de él, no tenga sueldo fijo de funcionario.