La trama mediática

Palabras sísmicas

Como era inevitable, las réplicas de los terremotos de Lorca han alcanzado Carpetovetonia. Por fortuna, sólo ha habido que lamentar leves daños neuronales y la dispensación de alguna rueda de molino para comulgar, como esta que ofrece el editorialista de La Razón: "La tragedia ha demostrado que los protocolos de construcción sismorresistente salvan vidas y que, por tanto, el rigor en las revisiones también". Si se hubieran aplicado, sí. Casi no se no se nota que en Murcia gobierna el PP, ¿verdad?

Quién necesita edificaciones a prueba de terremotos, sabiendo que en caso de drama, hay un Borbón para hacerlo más llevadero. Eso saca en claro ABC en su editorial: "Sus Majestades los Reyes han seguido minuto a minuto desde Suiza el desarrollo de los acontecimientos. Don Felipe y Doña Letizia presidirán hoy el funeral por las víctimas. Junto con la Familia Real, todos y cada uno han sabido aportar lo mejor de sí mismos".

Si todavía no ven que no hay mal que por bien no venga, aquí llega Isabel San Sebastián a convencerlos desde Telemadrid: "Lo positivo del terremoto es que a lo mejor se reactiva la industria de la construcción, por lo menos ahí, a nivel local". ¿Y lo que nos va a ayudar esto en la lucha contra ETA? No pongan esa cara. Según la escribidora de La Gaceta, Ketty Garat, Lorca marca el camino a seguir: "Debemos hacer memoria y recordar que ETA lucha contra esa idea de España que ahora nos une en torno a Lorca; que a nuestros muertos los asesinaron para conseguir la justificación política que están consiguiendo".

No hablar hablando

Son incapaces de no mencionar sus obsesiones, aunque si les preguntan, dirán que están perorando de otra cosa. Miren la envolvente que se larga Hermann Tertsch en ABC: "No les voy a hablar de Bildu y el Tribunal Constitucional, aunque no culpo a nadie que lo haya pensado al leer el título ['Cómplices de la infamia']. No les voy a hablar de los cerca de novecientos muertos españoles, cuyos asesinos han sido legitimados en su trayectoria por nuestro Gobierno". No les voy a hablar, pero les hablo.

Para terminar de confundirlos y hacer que a la vez lo comprendan todo, les dejo con Agapito Maestre en la cantina de Libertad Digital: "El país está en ruinas. La nación no existe. El Estado está en bancarrota. Y yo me estoy tomando una caña en el bar de la esquina, como otros cuantos millones de españolitos". Hics.

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