La trama mediática

Vencidos y apaleados

Caído el árbol, los hacheros diestros se dan un festín haciendo leña. En La Razón, que abre a todo trapo con la proclama "Guerra fratricida en el PSOE", Martín Prieto pone en fila los agravios del enemigo en retirada: "Matrimonio homosexual, progenitor A y B, aborto para menores sin consulta familiar, píldora abortiva sin receta médica, educación obligatoria para ser buenos ciudadanos de progreso, memoria histórica para desenterrar huesos, muerte digna con la eutanasia agazapada a los pies de la cama, cuota femenina para las obreras, militarización de la Judicatura, alianza de civilizaciones con el Irán de los ayatolás, rendición incondicional ante ETA".

Cual si estuviera en el viejo 1, 2, 3, responda otra vez, su compañero de tintas azules, Carlos Rodríguez Braun, aporta otras cuantas presuntas fechorías. Algunas, repetidas, claro: "Promover las variantes más extremas del nacionalismo, facilitar el aborto, remover las tumbas so capa de una supuesta memoria histórica, hostigar a la Iglesia católica, perseguir a millones de fumadores, prohibir los toros en Cataluña, acosar a multitud de conductores perfectamente inocentes, sonreír a o aliarse con dictaduras de pelaje variopinto".

La victoria de ETA

Desde ABC, Hermann Terstch repite la letanía y resume: "Generaciones van a recordar a Zapatero por su siniestro legado. El peor es sin duda el triunfo de ETA en el País Vasco. Es la historia de una infamia como no la merece nación alguna". En ese punto le pide el relevo su compadre Tomás Cuesta, con un pie en Bagdad y otro en Hernani: "Zapatero, en Irak, rindió el Estado al terrorismo. Ahora, a través de Bildu, se lo ha entregado a cuenta de una paz deshonrosa que remata a las víctimas y aviva a los victimarios".

Afectado de la misma erisipela, el siempre moderado Pío Moa berrea en Libertad Digital: "Ha ganado la ETA". Es el mismo potito ideológico ofertado en El Mundo por Luis María Anson, que incluye de regalo la cansina descalificación de los resultados electorales en la pérfida Vasconia: "Resultados espúreos porque en el País Vasco las elecciones no son libres. El pueblo vota coaccionado bajo la dictadura del miedo". Ante lo cual, el editorialista de Cope se santigua: "Un Ejecutivo más debilitado que nunca y una organización terrorista que vuelve a tomar aire, gracias a la presencia en las instituciones de su nuevo señuelo político".

Más Noticias