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Las mafias se anuncian en páginas de contactos

Mucho tiempo se lleva debatiendo sobre la pertinencia o no de prohibir la prostitución. Existen al respecto opiniones diversas, incluso enfrentadas, lo que pone de manifiesto la complejidad de la discusión. En lo que no existe discrepancia alguna es que en torno a esta actividad se han tejido poderosas y crueles organizaciones mafiosas que someten a millones de mujeres en todo el mundo a un estado equiparable a la esclavitud. La policía desarticuló ayer en Madrid una de esas redes criminales, que se especializaba en "chicas asiáticas". Las víctimas estaban obligadas a entregar a los proxenetas la mitad de las ganancias, y con la otra mitad debían procurarse el mantenimiento en unas condiciones degradantes para cualquier ser humano.

Según explicó la policía, la red promovía su negocio en las páginas de contactos de los periódicos. Entre ellos no figura Público, por la sencilla razón de que, desde su nacimiento, este diario rechaza insertar ese tipo de anuncios en sus páginas por entender que detrás de ellos existe un mundo siniestro de explotación y humillación de la mujer. Una comisión parlamentaria calculó en 2007 que la publicidad de prostitución reporta 40 millones de euros anuales a los periódicos españoles. Una suma nada desdeñable, por supuesto. La pregunta que deberían formularse los responsables de esos medios es si los beneficios compensan la grave claudicación que se hace en la defensa de la dignidad de las personas. Quizás no exageren quienes ven en la publicación de tales anuncios cierta complicidad con el proxenetismo.

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