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Bin Laden y los GAL

En su más reciente artículo dominical, el director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, invocaba al pensador liberal Isaiah Berlin para sostener que, sólo desde la perspectiva de la "inseguridad e incertidumbre", se pueden analizar "con ecuanimidad" las circunstancias que condujeron a la ejecución de Bin Laden en Pakistán. Tras el entusiasmo inicial que le produjo el acontecimiento, Ramírez sostiene ahora, más cauto, que las consideraciones del presidente Obama para autorizar el operativo no "legitiman desde un punto de vista ético" el "atajo" elegido. Después compara este suceso con los GAL, y concluye: "Obama no es un delincuente como ellos, no ha montado una organización criminal como ellos (...) y no ha mentido ni obstruido la acción de la Justicia como ellos". Como los socialistas que montaron los GAL, se entiende.

O sea: el director de El Mundo está descubriendo ahora que la eliminación de Bin Laden adolece de problemillas éticos, pero no alberga ninguna duda de que se ha tratado de un operación legal. ¿Por qué es tan rotundo al respecto? ¿Dónde está la incertidumbre berliniana que predica? ¿De verdad cree legal irrumpir en otro país, localizar a un terrorista con datos obtenidos mediante torturas en una prisión fuera de todo control jurídico (Guantánamo), y ejecutar al objetivo de un tiro en la cabeza?

Obama no ha tenido que montar grupos paramilitares ni se ha visto obligado a obstruir la acción de la Justicia precisamente porque EEUU, sus aliados europeos y una vasta corte de analistas parten tautológicamente de la premisa de que la operación era legal porque sí. No habría, pues, nada que objetar. En España, por fortuna, ejecutar extrajudicialmente y torturar, incluso a terroristas que amenazan al Estado, es ilegal; conscientes de ello, los organizadores de los GAL recurrieron a estructuras paramilitares. La justicia actuó, y un ministro del Interior y un secretario de Estado para la Seguridad fueron a la cárcel. ¿Hubiera considerado Ramírez legales porque sí esas actuaciones si las hubiesen cometido soldados, en lugar de mercenarios? ¿Habría que analizarlas en ese caso con la "perspectiva de la incertidumbre" que aboga para el caso de la liquidación de Bin Laden?

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