Estados Unidos ha aprobado el entrenamiento de millares de milicianos "moderados" para hacer frente al Estado Islámico en Siria.

Los entrenamientos comenzarán a partir de marzo en Jordania y Turquía, y tal vez en algún otro país de la región, y después de un campamento de entre seis y ocho semanas los milicianos serán enviados a Siria.

Se espera que en el año en curso el plan permita entrenar a tres mil milicianos y que su número se incremente a cinco mil a partir del año que viene. Esto significa que los americanos creen que la crisis siria va para largo.

A los milicianos se les suministrarán vehículos cuatro por cuatro de la marca Toyota, armas varias, incluidos probablemente misiles anticarro, así como transmisores de radio con los que los milicianos puedan comunicarse con la fuerza áerea internacional que bombardea posiciones del Estado Islámico, de manera que puedan coordinar los ataques.

En principio los milicianos "moderados" solamente se enfrentarán a los yihadistas del Estado Islámico, pero no está claro qué ocurrirá más adelante.

De acuerdo con el Wall Street Journal, Washington no está interesado en que estos milicianos combatan con el ejército sirio debido a que no quiere enfrentarse directamente a Irán en estos momentos, coincidiendo con la negociaciones nucleares, algo que por supuesto desagrada a Israel.

Lo que está claro es que el presidente Obama no desea en ningún caso enviar tropas de tierra a Siria para enfrentarse al Estado Islámico, y mucho menos al ejército sirio.

Obama se contenta con bombardear desde el aire posiciones de los yihadistas, pero está impulsando que sean árabes "moderados" los que se metan en el campo de batalla, eso sí, con las armas que les proporciona Washington.

Cuatro años después del inicio de las revueltas en Siria, Obama sigue sin autorizar la entrada de tropas americanas.

El presidente de Estados Unidos estará en la Casa Blanca menos de dos años y luego habrá otro inquilino. Es decir, Obama dispone de menos de dos años para acabar con el Estado Islámico, una organización que en lugar de encogerse se ha extendido en los últimos meses por el norte de África.