Fuego amigo

Hoy puede ser un gran día

Porque ayer fue, en verdad, un "dies horribilis" para la tríada de extrema derecha que gobierna el Partido Popular.
1) Un día en que todos los medios de comunicación y los mentideros políticos coincidían en que casi estamos tocando con la punta de los dedos ese comienzo del fin del terrorismo del que sólo se habla en voz baja. Como dice un amigo mío, no cabe duda de que está comenzando el comienzo del principio. Y una cosa así, que sería una buena noticia para la humanidad, con su factor ilusionante añadido, tendría muy malas consecuencias para quienes viven enfangados en la teoría de cuanto peor, mejor (mejor para sus intereses, se entiende).
2) Dos concejales del PP de Girona se sublevan en solidaridad con su correligionario Joaquim Teixidor, hartos de la política suicida de su partido en el asunto del Estatut y la insensatez de la recogida de firmas. Teixidor fue inmediatamente expulsado, y sobre estos últimos pende la misma espada de la destitución por haber hecho un análisis certero del estado de la salud emocional y de la oportunidad política de sus dirigentes en Madrid.

3) La Administración Bush, en una carta enviada por su secretaria de Estado, Condoleezza Rice, al ministro español de Asuntos Exteriores, se suma ahora a la tan denostada Alianza de Civilizaciones de Rodríguez Zapatero, y se muestra dispuesta a "colaborar" con España para poder participar en este "trabajo vital" del diálogo entre civilizaciones.
4) En el mismo día hemos sabido que el ministro de Derechos Humanos de Irak ha exigido a los Estados Unidos, los socios guerreros del gobierno de Aznar, que entregue al Gobierno de Irak a todos los prisioneros iraquíes que se encuentran en las cárceles dirigidas por los norteamericanos, porque no se fían en absoluto de lo que sus libertadores entienden por libertad, derechos humanos y esas exquisiteces que les hemos vendido desde las democracias occidentales, después de que se conocieran más imágenes de abusos a prisioneros, de una crueldad inenarrable.
El día en que, con los votos del PP, España se sumó a la invasión de Irak, la bancada de la derecha en el Congreso lo celebró con muchas risas y aplausos. Cuando Zapatero anunció la Alianza de Civilizaciones, las risas de la derecha y sus medios lacayos se oyeron en Sebastopol.
Como los demás no alcanzábamos a saber dónde estaba el chiste, sus señorías le añadían esa risa bobalicona de fondo, como en los telefilmes americanos, para que todos participáramos en el jolgorio aunque no le encontráramos la gracia. Me pasa siempre con los chistes de derechas, que si no me los explican no los entiendo. Y cuando al fin los entiendo, me parecen todavía más penosos. Uno que es así de raro.

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