Balagán

Exceso de bombas

El poema que ha publicado Günter Grass sobre Irán e Israel ha levantado ampollas, especialmente en la propia Alemania y en Israel, donde como ocurre en estos casos se le ha tildado de antisemita, incluso por parte de Netanyahu.

Lo que hace Grass básicamente es criticar la opacidad del armamento nuclear israelí, y la entrega a Israel de submarinos almanes Dolphin con capacidad nuclear. Aparentemente es una crítica legítima, pero en la práctica los israelíes y sus aliados no aceptan ninguna crítica.

En los años ochenta, expertos occidentales estimaron que Israel poseía unas 200 ojivas nucleares, de manera que es posible que ahora tenga más, o muchas más. ¿Para qué necesita tantas ojivas? ¿Para "disuadir" al enemigo, como se dice en Israel?

El argumento de la disuasión no parece ser muy convincente si es incapaz de anular el programa nuclear iraní, que sigue adelante, aunque eso no quiera decir que Irán esté construyendo bombas. De hecho, altos funcionarios norteamericanos e israelíes, de la CIA y el Mosad, dijeron el mes pasado que Irán no está construyendo la bomba, de donde se deduce que el interés nuclear de Irán es pacífico.

Quienes argumentan que la aplastante superioridad militar israelí es un paso en la dirección correcta ignoran que esa superioridad ha sido nefasta y no ha contribuido nunca a la paz. Es más, ha sido precisamente al revés, cuando la debilidad israelí o la presión sobre Israel han sido manifiestas es cuando se ha progresado hacia la paz.

Israel se retiró del Sinaí en 1957 por la presión de Estados Unidos. Aceptó salirse del Sinaí en los setenta por temor a otro ataque sorpresa árabe como el del 73, fue a la Conferencia de Madrid en 1991 por la presión de la administración de Bush-padre con los préstamos a Israel y tras la amenaza de la primera intifada, en el 2000 salió del sur de Líbano por el goteo constante de muertos causados por Hizbolla, y se retiró de Gaza en 2004 bajo la presión de la segunda intifada y con un goteo constante de víctimas en Gaza.

Ahora, en cambio, que no hay presión de ningún tipo, ni palestina ni internacional, Israel amplía cada día su presencia en los territorios ocupados.

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